Imaginaros que las materias primas se agotan, que los productos elaborados que consumimos no podemos encontrarlos, que los aranceles comerciales dejan de existir porque no hay nada con lo que comerciar.
En un mundo globalizado gracias a la revolución de las telecomunicaciones de repente nos levantamos un día y, ya no es que podamos chatear con nuestras amistades de tres calles más abajo, entendemos que las tragedias que están pasando aquí llegarán muy tarde al otro lado del mundo. Quizás demasiado tarde. El coltán, ese oro azul africano, está agotado como mineral a extraer y ya no se puede fabricar material tecnológico. Ahora la única opción es usar los viejos aparatos y extraer los preciados minerales ya tratados. Pero eso es complicado, todos quieren conservar su propia "moneda de cambio" provocando el comienzo de una escalada de violencia y caos.
La moneda no sirve de nada, debido a la inflación producida ante la carestía de productos se vuelve al trueque así como al uso de objetos personales como instrumento de cambio. Todos aquellos que atesoraban billetes deben calentarse con ellos ya que no hay otro uso posible. Calentarse porque el otro oro, el negro, se ha agotado tras unos años de abuso por parte de un mundo cada vez más lacayo de su uso. Cuándo pudieron invertir en combustibles naturales la ambición y la codicia cegó a los vanidosos, todos pagamos las consecuencias ahora. Ahora el rico se muere de frío también. Quizás la muerte, desde Jorge Manrique, no había igualado tanto a la especie humana.
Lo poco que produce la tierra se destina al consumo auto suficiente, al principio de naciones, luego serán las regiones y después los pueblos pero al final, y no tardó mucho, serán las propias familias las que defiendan ,con ojos recelosos, sus pobres cosechas. También podríamos recolectar pero resulta que hemos talado tanto espacio verde que abundan plantas decorativas entre una minoría que produce frutos. Otro tanto de lo mismo pasa con la caza, hemos mirado durante años a otro lado con la desaparición de especies animales y ahora que buscamos un bocado sólo vemos mascotas domésticas a nuestro alrededor.
¿Y los que tenían el dinero y sus lacayos políticos? pues algunos nos han abandonado, durante años han ido desarrollando bases secretas en sus respectivas potencias, sabedores que el final podía llegar. Han atesorado riqueza y poco a poco han desplazado sus posesiones a Plutón dónde gracias a una atmósfera artificial pueden desarrollar vida humana. Por cierto, la atmósfera artificial ha sido creada con agua dulce tratada. Si, han sido egoístas para no desarrollar aquí energía a través del agua y así evitar el colapso y han preferido invertir dinero y recursos en su propio beneficio. Nada anormal, ¿verdad? Los ricos que se han quedado aquí, pues poco importa ya que en seguida, como decíamos antes, se han igualado al llanto de los mortales.
Algunos han iniciado represalias contra estos antiguos poderosos, pero ¿qué más da ahora? ojalá hubiéramos reaccionado antes porque el daño ya es irremediable.
Y mientras, ¿qué sabes tú de agricultura? ¿podrás vivir sin usar todos los trastos materiales que te rodean justo en este momento? ¿serás capaz de racionar el agua? ó por el contrario ¿tu egoísmo te llevará a matar a tus semejantes por beber un trago más que el prójimo? ¿De qué valen las religiones y los valores que promulgan si el ser humano fue, es y seguirá siendo el culpable de todo? El amor al prójimo es un paradigma de la ciencia pero es que hace un siglo existía tras una máscara de vanidad.
Todos sabíamos que las materias primas eran finitas, que los recursos energéticos se acabarían y, sin embargo, dejamos que siguiera gestionado por una especie rara de humanos. Aquella que era capaz de destruirnos por su propia ambición. Digo rara pero no ajena o escasa, comprended bien el término. El egoísmo ha campado por sus anchas y todos hemos estado sedados por una oligarquía que ha representando la obra de guiñoles más espectacular de toda la historia de la humanidad. Atrás quedan las tragedias griegas de Sófocles.
Ha llegado el colapso, el final de un sistema que nos ha traído el tan anunciado cambio de las diferentes civilizaciones y, cosa extraña, el sol sigue saliendo cada mañana. El viento sigue soplando con más o menos fuerza y la lluvia, bendita lluvia, a veces nos abraza con su manto bendito que nos vuelve a dar esperanzas. Hemos atacado a la naturaleza en una razzia salvaje durante siglos y, por contra, sigue triunfando sobre el hombre salvaje. La última lección, o quizás sea la penúltima y exista otra oportunidad.
Algunos quieren venganza y van a tener su oportunidad, en las bases de la antigua Rusia y los antiguos EEUU ( ya no existen países o fronteras, nadie ve vínculo alguno más allá de su familia ) se han encontrado restos que unidos pueden llevar a Plutón la destrucción. En Kapustin Yar se ha encontrado una nave de las que iban a Plutón para su evasión, al parecer no había combustible suficiente. Por contra en el Área 51 unos niños, desesperados en su búsqueda de agua y alimento, encontraron agua tratada; pensando que podían beberla se envenenaron y murieron. Es el combustible que habían creado secretamente para escapar y crear la atmósfera de Plutón.
Al parecer se han unido para lanzar la nave al nuevo planeta, la nave irá cargada de radioactividad porque, y esto se me ha olvidado decirlo, de ésta el planeta Tierra está sobrada. Las centrales nucleares ante el colapso han reventado sus reactores expandiendo un ambiente radioactivo que ha generado muerte, enfermedades cancerígenas y, en menor media, malformaciones. Pero algunos "mutantes" que quedamos en la tierra van a vengarse. La radioactividad destrozará la artificial atmósfera de Plutón provocando el verdadero colapso. El miedo a que nuestro sistema solar reviente es menor, ya nada importa.
Para otros sin embargo importa mucho. Hemos desarrollado, gracias a las plantas tecnológicas encontradas en Corea del Sur, un chip que teletransportará a uno de nosotros al pasado para advertir de este futuro sombrío. Sólo hay un problema, la escasez de todo y el secreto con que hemos tenido que crear el chip ante el miedo a la incomprensión, nos ha hecho desarrollarlo muy limitado para su uso en un salto en el tiempo. Además traducir del coreano, tampoco ha sido fácil. Tras muchos años de estudio hemos conseguido ponerlo en marcha para esta noche. Para mí persona no ha sido fácil tampoco, ya que el elegido para usar el chip he sido yo. En un mundo rodeado de muerte y destrucción ahora siento el "egoísmo" de la especie humana, mi propio miedo a morir aflora. Hemos redactado este documento que esperemos llegue a las manos adecuadas y sea comprendido.
Llega la noche. Es nuestra última oportunidad para los que no buscamos venganza sino salvación. El chip es incorporado a mi cerebro, se ha usado todo el coltán posible, quizás eso produzca daños neurológicos irremediables. No pasa nada, adelante. Aturdimiento, mareos, malestar generalizado, desvanecimiento...y de repente abro los ojos. No tardo en reconocer que he aparecido en Picadilly Circus, Londres, por los carteles luminosos. Miro a mi derecha , observo hora y fecha en una pantalla: 22.00 horas del 22 de Diciembre de 2012. ¡ Maldita sea ! Quedan sólo dos horas para el colapso, para que los poderosos anuncien el final de las materias primas y acto seguido descubramos que están ya en Plutón. Miro al horizonte que se presenta a mi izquierda y observo que la luna emite un extraño resplandor. Agorera de nuestros sentimientos, llora desconsoladamente en su última noche de amor.
El chip, debido a nuestra menguado trabajo, no ha podido ir mas allá en el tiempo. Sólo me queda esconder este escrito en un lugar preciso y así otro viajero en el tiempo pueda comprender e incluso salvarnos.
Si tú lees estas líneas y estas a tiempo de remediarlo no dejes de luchar. Nosotros, desde el apocalipsis, nunca hemos desistido. Siempre existen unos pocos "locos" que sacrifican todo por nada, no lo olvides aunque sientas que tu mundo se desmorona.
Madre mía, de vez en cuando no está mal que nos recuerden lo que estamos haciendo en "nuestro" mundo, y es un pena que nuestra reacción, casi siempre, sea la misma: correr un tupido velo, total, el final está muy lejos...Como se suele decir, no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos
ResponderEliminarMe cagoen la puta,joder! tienes que salir del hotel ya,porquela verdad es que con el tiempo,te esta volñviendo racional,y eso me asusta,mas que quemarme con una chusta jajajajaja el katos es un tio salao,pero con algo mas que razon...francamente la realidad es asi,cruda,pero real.
ResponderEliminarQuien sabe lo que sera de nosotros dentro de pòco?y que podemos hacer? esta es una buena pregunta,podemos hacer algo?podemos ponernos de acuerdo tos¡dos para cambiar esto?...estoy abierto a sugerencias,pero cerrado a milagros,un saludo señor katos...
Jajajajaja, gran comentario "anónimo"
ResponderEliminarEres un tio grande dónde los haya hermano! Un abrazo Parrichalar!!
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