CONTADOR DE VISITAS

EL FINAL DE UN CAMINO

Me complace informar que algunas de las historias que contienen este blog, así como muchas otras nuevas, han inspirado un libro que ha sido publicado por la Editorial Autografía: SEGUIR SOÑANDO HISTORIA que puedes comprar AQUÍ

FANTASMAS, una síntesis en la historia



Ya lo decía Salomón: “nada nuevo bajo el sol”. 

Egipcios y griegos, en sus mitologías, hacen partícipe al mundo espiritual de su devenir histórico, provocando un hondo calado en las conciencias de sus ciudadanos. Esa psique común, sueña y camina teniendo presente la resurrección de Osiris o la posibilidad que tuvo Orfeo de dar vida a su amada y difunta Eurídice; el amor es el denominador común en ambos casos. Son mitos bellos en su contenido y desbordantes de moraleja: hay puertas que nos pueden transportar al más allá o al menos hacernos contactar con personas de ese otro lado. 

La misma Biblia, en pasajes como el libro primero de Samuel, nos comunica con personas muertas como el propio Samuel; las instituciones eclesiásticas posteriores, olvidando que Jesús resucita de entre los muertos, analizarán estos hechos bíblicos propios del engaño del Diablo y, en consecuencia, asumirán la dualidad bien-mal. Esta dualidad, sin embargo, se origina en la antigua Persia con Ormuz y Ahrimán, entendiendo los Dioses como un espíritu del bien y otro del mal presentes en todos nuestros actos. 

En Roma se honraba a los muertos con máscaras familiares y plañideras en los entierros pero también se les temía, sobre todo a los asesinados como ocurría en la cultura china. Es conocida la historia de Bruto y las visitas que sufrió del espíritu de Julio César que le atormentó hasta su muerte  recordando el acto vil cometido. Plauto y Apuleyo, genios de las letras romanas, ya aterraban a sus ciudadanos con alguno de sus escritos. Plinio el Jóven, el gran estadista, nos legará otro documento interesante: En una villa de la Atenas clásica existía un fantasma, con grilletes y cadenas, que atormentaba a los diferentes habitantes de la casa. Hagamos una pausa, ¿les suena de algo fantasma con grilletes y cadenas? Es posible que en este momento concreto se forjara una leyenda que nunca ha podido ser olvidada. 

Si nuestra particular máquina del tiempo retrocediera a las cavernas (honra suprema para nuestros antepasados que comenzaron a iluminar el camino) y su mundo animista, podríamos observar como ese hombre primigenio ya tenía miedo y respeto a los espíritus tal como se observa en sus primeras manifestaciones artísticas así como en los enterramientos. 

La escritura, ese gran avance sin parangón en la humanidad, se inicia, según se cree por los historiadores, con el Poema de Gilgamesh de época sumeria. A estas alturas del viaje, nadie se asombrará si descubrimos que en una de las tablillas el amigo muerto de Gilgamesh se manifiesta para guiar su camino. 

La lista es extensa e incluiría a tan variadas culturas cómo: la América prehispánica, pueblos de Asia y Oceanía dónde la figura del Chamán como interprete de los espíritus fue una verdadera referencia cultural. 

La Edad Media,  como época espiritual, es un mundo dónde lo maravilloso y sobrenatural se mezclaba con la realidad en un guiño de lo más natural: Hadas, Dragones, duendes y demás seres tomaban fuerza en los mentideros y tabernas de la época. 

Poco a poco con el Renacimiento, la Ilustración y los movimientos románticos se van adoptando conceptos distintos, más tendentes a la razón. La Iglesia, como institución, aporta su granito de arena para ofrecer un único mundo mágico, los milagros de Jesús, y no la heterogeneidad de pensamientos que, por otra parte, le hacían tanto daño en su férrea doctrina. La Inquisición y la quema de brujas y herejes son buena muestra de ello. 

Pero como dijo el historiador francés Georges Duby: “el miedo a lo invisible continuará profundamente arraigado en nuestras entrañas. A medida que se difunde el conocimiento científico, vamos adquiriendo más y más conciencia de que hay cosas que no podemos conocer”. La puerta sigue abierta a todo ser humano que la quiera abrir y así comenzaremos a escuchar visiones de fantasmas en castillos y edificios ancestrales o las leyendas de zombies en sociedades con ritos vudú y vampiros en la Europa del Este; no dejan de ser muertos que nos visitan, una vez más.
Serían incontables los casos y personajes vinculados a ese otro mundo, desde la Edad Moderna a nuestros días. Valga como ejemplo un escritor conocido en todo el orbe: Sir Arthur Conan Doyle, padre de Sherlock Holmes, fue uno de los máximos partidarios de las doctrinas espiritistas de su época en base a experiencias con el más allá. Incluso una de sus novelas de lo paranormal apunto estuvo de ser protagonizada por Mr holmes (para saber más se puede pinchar en el nombre de Sir Arthur en rojo o aquí) y convertir a este en un creyente más, los intímos del escritor hicieron que Conan Doyle no tomará esa deriva. Quizás el mundo no estaba preparado para convertir al héroe racional en un creyente de lo espiritual. 

La pregunta es clara: ¿estamos preparados ahora para ese paso?



ANJA NIEDRINGHAUS NUNCA SERÁ OLVIDADA

Dicen los que la conocieron en vida que su risa era contagiosa, su forma de afrontar los problemas ejemplar pero, sobre todo, su humanidad era inmensa. Cómo inmenso es el vacío que deja Anja Niedringhaus en el ámbito de la fotografía en conflictos bélicos. 

Su cámara era el reflejo exótico del espanto y la belleza a partes iguales. En Yugoslavia, Irak, Libia, Pakistán y finalmente Afganistán, donde se encontraba al morir tiroteada, tomando instantáneas que reflejaban las últimas elecciones de aquella antigua república soviética tan convulsa en las últimas décadas.

Esta alemana de 48 años comentaba a sus allegados que estar en su país, sin guerra y acompañada de su familia, llegaba a hacerle sentir culpable. Y ello era así porque en el otro lado del mundo su cámara, sus fotografías, podían estar dando testimonio de injusticias, desigualdades y situaciones cotidianas ajenas al mundo occidental que servirían a este último para tomar conciencia e incluso ayudar si fuera preciso.

Para que todo su afán no muera con ella, para que su trabajo siga sirviendo con el mismo fin que ella perseguía y, por qué no decirlo, por la belleza misma de su fotografía, tendremos siempre su blog personal con gran parte de su obra:





Hoy la humanidad resta por su pérdida pero ojalá sumemos en el futuro gracias a su ejemplo.



ENTREVISTA ERICH PRIEBKE, habla por sí sola...

 Es la primera vez que este blog recoge palabras no escritas por su autor pero creo que la entrevista merece la pena ser la causante de esta excepción. Allá va:

Erich Priebke, de servicio en la embajada de RomaErich Priebke, de servicio en la embajada de Roma

Con motivo de su cien cumpleaños a finales del pasado julio, el recientemente fallecido Erich Priebke, capitán de las SS, concedió una entrevista que ha sido difundida tras el deceso por su abogado Paolo Giachini, en calidad de “testamento humano y político”.
-Señor Priebke, hace años declaró que no renunciaba a su pasado. ¿A sus cien años de edad sigue pensando lo mismo?
Sí.
-¿Qué quiere decir exactamente con esto?
Elegí ser yo mismo.
-Así que aún hoy se siente nazi.
La fidelidad al pasado es algo que tiene que ver con nuestras creencias. Esta es mi forma de ver el mundo, mis ideales, lo que para nosotros alemanes fue la Weltanschauung y todavía tiene que ver con el sentido de amor propio y honor. La política es otra cosa. El nacionalsocialismo ha desaparecido con la derrota y ahora no tendría ninguna oportunidad de regresar.
-La visión del mundo de la que usted habla también incluye el antisemitismo.
Si sus preguntas son para ganar conocimiento de la verdad, es necesario abandonar los clichés: Criticar no significa que se desee destruir a alguien. En Alemania, desde principios del siglo XX se criticó abiertamente el comportamiento de los judíos. El hecho de que los judíos habían acumulado en sus manos un inmenso poder económico y por lo tanto político, al mismo tiempo que representaban una parte muy pequeña de la proporción de la población mundial, se consideraba injusto. Es un hecho que aún hoy en día, si tomamos las mil personas más ricas y poderosas del mundo, debemos señalar que una parte considerable de ellos son judíos; los banqueros o los accionistas de las empresas multinacionales. En Alemania pues, sobre todo después de la derrota de la Primera Guerra Mundial y la injusticia del Tratado de Versalles, la inmigración judía de Europa del Este había causado algunos verdaderos desastres, con la acumulación de enormes cantidades de capital por parte de los inmigrantes en unos pocos años, mientras que con la República de Weimar la gran mayoría del pueblo alemán vivió en gran pobreza. En ese clima, usureros se enriquecieron y la sensación de frustración en contra de los judíos creció.
El que judíos han practicado la usura permitida por su religión, mientras que se la prohíbe a los cristianos, es una vieja historia. ¿Qué tiene de cierto según usted?
Desde luego, no es una idea mía. Basta leer a Shakespeare o a Dostoievski para entender que problemas similares con los judíos realmente existieron históricamente, desde Venecia a San Petersburgo. Esto no quiere decir que los únicos prestamistas usureros fueran judíos. Hice mía una frase del poeta Ezra Pound: “Entre un usurero judío y un usurero no judío no veo ninguna diferencia. “
-Por todo esto, ¿se justifica el antisemitismo?
No, mire, esto no quiere decir que entre los judíos no haya gente de bien. Una vez más; antisemitismo significa odio, odio indiscriminado. Y yo, incluso en los últimos años de mi persecución, de viejo, privado de libertad, siempre he rechazado el odio. Nunca quise odiar ni siquiera a los que me odiaban. Sólo hablo del derecho a la crítica, y estoy explicando las razones. Y diré más: debe tenerse en cuenta que, por razones religiosas particulares, una gran proporción de judíos se considera superior a todos los demás seres humanos. Se identificaron con el “pueblo elegido de Dios” de la Biblia.
-También Hitler habló de la raza aria como superior.
Sí, Hitler también cayó en el equívoco de perseguir esta idea de superioridad. Esta fue una de las causas de errores sin retorno. Tenga en cuenta, sin embargo, que un cierto racismo era la norma en aquellos años, no sólo a nivel de la mentalidad popular, sino también a nivel de los gobiernos e incluso de los sistemas jurídicos. Los estadounidenses, después de haber deportado a los pueblos de África y de ser estados esclavistas, seguían siendo racistas y discriminaban a los negros. Las primeras leyes definidas raciales de Hitler, no restringían los derechos de los judíos más que los de los negros eran limitados en varios estados de EE.UU. Lo mismo para la población de la India por los británicos, y los franceses tampoco se comportaban de manera muy diferente con los súbditos de sus colonias. Por no hablar del tratamiento de minorías étnicas en la antigua URSS.

-Entonces, ¿cómo fueron empeorando en Alemania las cosas según usted?
El conflicto se fue radicalizado, fue creciendo. Los judíos alemanes, estadounidenses, británicos, los judíos del mundo, por un lado; contra Alemania, que estaba en el otro. Sí, por supuesto, los judíos alemanes se encontraron en una posición cada vez más difícil. La posterior decisión de promulgar leyes muy duras en Alemania hizo la vida muy difícil para los judíos. Luego, en noviembre de 1938, un judío, un cierto Grynszpan, en protesta contra Alemania, mató en Francia a un consejero de nuestra embajada, Ernest von Rath. A ello siguió la famosa “Noche de los cristales rotos”. Grupos de manifestantes irrumpieron en todo el Reich en tiendas propiedad de judíos. Desde entonces, los judíos fueron considerados sólo y únicamente como enemigos.
Hitler después de ganar las elecciones, les instó primero a que por todos los medios se marcharan de Alemania. Posteriormente, en el clima de sospecha contra los judíos alemanes, causado por la guerra y los boicots y el conflicto abierto con las organizaciones judías más importantes en todo el mundo, se los encerró en campos de concentración, en calidad de enemigos. Por supuesto que para muchas familias, a menudo sin tener ninguna culpa, esto era desastroso.
-La culpa, por lo tanto, de lo que los judíos han sufrido, en su opinión ¿sería de los propios judíos?
La culpa es un poco de todas las partes. También de los aliados, que desencadenaron la Segunda Guerra Mundial contra Alemania tras la invasión de Polonia, realizada para reclamar un territorio en el que la fuerte presencia alemana fue objeto de acoso constante, territorio colocado por el Tratado de Versalles bajo el control del recién nacido estado polaco. Contra la Rusia de Stalin y su invasión de la parte restante de Polonia nadie levantó un dedo. De hecho, al final del conflicto, que oficialmente se desencadenó para defender la independencia de Polonia contra los alemanes, se le regaló sin contemplaciones toda Europa del Este, incluyendo Polonia, a Stalin.
-Dejando de lado la política, así que usted defiende las teorías históricas revisionistas.
No entiendo exactamente a qué se refiere con revisionismo. Si hablamos de los juicios de Nuremberg de 1945, entonces puedo decir que fue una cosa increíble, un gran escenario creado a propósito para deshumanizar frente a la opinión pública mundial al pueblo alemán y a sus líderes. Para castigar al derrotado ahora incapaz de defenderse.
-¿Sobre qué base dice esto?
¿Qué se puede decir de un autoproclamado tribunal que juzga sólo los crímenes de los vencidos y no los de los vencedores, donde los vencedores son a la vez fiscal, juez y la parte perjudicada y donde los artículos del crimen habían sido especialmente creados después de los presuntos delitos, sólo para condenar retrospectivamente? El mismo presidente estadounidense Kennedy condenó el proceso llamándolo algo “repugnante”, porque “había violado los principios de la Constitución de EE.UU. para castigar a un oponente derrotado”
Si quiere decir que el delito de crímenes contra la humanidad con el que se condenó en Nuremberg no existía antes de que fuera impugnada por el tribunal internacional, hay que decir, sin embargo, que las acusaciones relacionadas con esos hechos eran sin duda terribles.
En Nuremberg, los alemanes fueron acusados ​​de la masacre de Katyn. Más tarde, en 1990, Gorbachov admitió que habían sido ellos mismos, los acusadores rusos, quienes mataron a veinte mil oficiales polacos con tiros en la nuca en el bosque de Katyn. En 1992, el presidente ruso Yeltsin desveló el documento original que contenía la orden firmada por Stalin. Los alemanes también fueron acusados ​​de haber hecho jabón con los judíos. Muestras de aquel jabón terminaron en museos de EE.UU, Israel y otros países. Sólo en 1990, un profesor de la Universidad de Jerusalén estudió las muestras debiendo finalmente admitir que se trataba de una estafa.
-Sí, pero los campos de concentración no son un invento de los jueces de Nuremberg.
Durante esos años terribles de la guerra, encerrar en campos de concentración a civiles que eran una amenaza para la seguridad nacional era una cosa normal. En la Segunda Guerra Mundial lo hicieron también los rusos y los EE.UU. Estos últimos, en particular, con ciudadanos de origen oriental.
-En Estados Unidos, sin embargo, en los campos de concentración para la población de etnia japonesa no hubo cámaras de gas.
Como dije, en Nuremberg se inventaron una multitud de cargos. Sobre lo de que en los campos de concentración hubo cámaras de gas, aún estamos esperando las pruebas. En los campos, los prisioneros trabajaban. Muchos salían del campo para el trabajo y estaban de vuelta en la noche. La necesidad de trabajadores durante la guerra es incompatible con la posibilidad de que, al mismo tiempo, en algún lugar en el campo, hubiera filas de personas que iban a la cámara de gas. La actividad de una cámara de gas es invasiva en el medio ambiente, terriblemente peligrosa incluso fuera de ella, mortal. La idea de enviar a la muerte a millones de personas de esta manera, en el mismo lugar donde otros viven y trabajan sin que se den cuenta de nada es una locura, dificilmente realizable también en un nivel práctico.
-Pero usted ¿cuando escuchó por primera vez acerca del plan para exterminar a los judíos y las cámaras de gas?
La primera vez que oí hablar de cosas de ese tipo, la guerra había terminado y yo estaba preso en un campo de concentración inglés, con Walter Rauff . Los dos nos quedamos impactados. Simplemente no podíamos creer hechos tan horribles: cámaras de gas para exterminar a hombres, mujeres y niños. El coronel Rauff y yo hablamos con nuestros colegas durante días. A pesar de que todos formábamos parte de las SS , cada uno a nuestro nivel , con una posición particular dentro del aparato Nacionalsocialista, a ninguno de nosotros había llegado antes a los oídos cosas similares . Pues vea usted que años y años más tarde me enteré de que mi amigo y superior Walter Rauff, que había compartido conmigo algún pedazo de pan duro en el campo de concentración, fue acusado de ser el inventor de camiones móviles para gaseamiento. Cosas de ese tipo sólo las pueden pensar aquellos que no han conocido a Walter Rauff.
-¿Y todos los testimonios sobre la existencia de las cámaras de gas?
En los campos nunca se encontraron las cámaras de gas, excepto aquella construída después de la guerra por los norteamericanos en Dachau. Información que se puede definir fiable en el plano judicial o histórico sobre las cámaras de gas no hay ninguna, empezando por las de algunos de los últimos comandantes y líderes de los campos, como el más conocido de los comandantes de Auschwitz, Rudolf Hoess. Aparte de las grandes contradicciones de su testimonio, antes de prestar declaración en Nuremberg fue torturado, y después del testimonio, por orden de los rusos, le cerraron la boca ahorcándolo.
Contra estos “testigos”, considerados valiosos por los vencedores, la violencia física y psicológica era insoportable; también había amenazas de venganza contra los miembros de la familia. Sé por la experiencia personal de mi encarcelamiento y el de mis colegas, de qué manera los vencedores extrajeron confesiones a los presos en los campos de concentración, quienes a menudo ni siquiera conocían el idioma inglés. Por otro lado, el trato a los prisioneros de los campos rusos de Siberia es bien sabido ahora, había que firmar la confesión que se solicitaba, y eso es todo.
-Así que para usted esos millones de muertes son una invención.
Yo he conocido personalmente los campos. La última vez que estuve en Mauthausen, en mayo de 1944, fue para interrogar al hijo de Badoglio, Mario, por órdenes de Himmler. Estuve a lo largo y ancho de ese campo durante dos días. Había grandes cocinas en funcionamiento para los internos y dentro incluso un burdel para satisfacer sus necesidades. Nada de cámaras de gas. Desafortunadamente, muchas personas murieron en los campos, pero no por una voluntad asesina. La guerra, las duras condiciones de vida, el hambre, la falta de atención adecuada desencadenan desastres. Pero estas tragedias de civiles, estaban a la orden del día no sólo en los campos sino en toda Alemania, sobre todo debido al bombardeo indiscriminado de ciudades.
-¿Así que usted minimiza la tragedia de los judíos, el holocausto?
No se trata de minimizar; una tragedia es una tragedia. En todo caso se plantea un problema sobre la verdad histórica. A los ganadores de la Segunda Guerra Mundial les interesaba no tener que ser llamados a rendir cuentas de sus crímenes. Ellos llegaron a arrasar pueblos enteros en Alemania donde no había ni un solo soldado, sólo para matar a mujeres, niños y viejos y así debilitar la moral del enemigo. Esta suerte también corrieron Hamburgo, Lübeck, Berlín, Dresde y otras ciudades. Se aprovecharon de la superioridad de sus bombarderos para matar a civiles con impunidad y con demencial crueldad. Luego le tocó a la gente de Tokio, y finalmente, con las bombas atómicas, a los civiles de Nagasaki e Hiroshima. Por ello fue necesario inventar delitos especiales cometidos por Alemania y pregonarlos mucho para presentar a los alemanes como seres malignos y todas las demás tonterías propias de una novela de terror sobre la que Hollywood ha rodado centenares de películas.
Y por cierto, desde entonces el método de los ganadores de la Segunda Guerra Mundial no ha cambiado mucho: Se dedican a exportar su “democracia” con las llamadas “misiones de paz” en contra de “estados canallas”, contra enemigos que han supuestamente cometido actos siempre monstruosos. Y así, en la práctica, atacan sobre todo con bombardeos a quienes no quieren someterse. Masacran a militares y civiles que no tienen los medios para defenderse, y al final, tras sus “intervenciones humanitarias” ponen como presidentes a títeres que siguen sus intereses económicos y políticos.
-Pero entonces algunas pruebas concluyentes, como imágenes de vídeo y fotografías de los campos de concentración, ¿cómo se explican?
Esas filmaciones son una prueba más de la falsificación: Vienen casi todas de los campos de Belsen. Era un campamento donde las autoridades alemanas enviaron, procedentes de otros campos, a prisioneros que no podían trabajar. También había dentro una sala de convalecientes. Eso por sí solo dice mucho de la “intención asesina” de los alemanes. Parece extraño que en tiempo de guerra se hubiera puesto en marcha una estructura para hospedar a aquellos a quienes supuestamente se iba a gasear. Los bombardeos aliados de 1945 dejaron el campo sin agua, alimentos y medicinas. Se extendió una epidemia de tifus que causó miles de enfermos y muertos. Esas filmaciones se remontan a aquellos hechos, cuando el campo de refugiados de Bergen Belsen fue devastado por la epidemia, en abril de 1945, cuando se encontraba ya en manos de los aliados. Las filmaciones se realizaron con fines de propaganda por el director británico Hitchcock, el maestro del horror. Es alucinante el cinismo, la falta de sentido de la humanidad con la que aún hoy se especula con esas imágenes. Proyectado por años en las pantallas de televisión, con angustiosa música de fondo, se engañó a la opinión pública asociando con despiadada astucia esas terribles escenas a las cámaras de gas, con las que no tenían nada que ver. ¡Una farsa!
-El motivo de difundir esas, según usted, falsedades ¿sería encubrir los propios crímenes, los de los vencedores?
Al principio fue así. Un guion igual a Nuremberg fue inventado en Japón con el Juicio de Tokio. Para criminalizar a los japoneses que habían sufrido la bomba atómica se inventaron acusaciones de canibalismo.
-¿Por qué “al principio”?
Porque sucesivamente, además, la literatura sobre el Holocausto ha servido sobre todo al Estado de Israel, por dos razones. La primera está muy bien explicada por un escritor judío hijo de deportados, Norman Finkelstein. En su libro “La industria del Holocausto”, explica cómo esta industria ha recaudado, a través de una campaña de reivindicaciones, recursos millonarios para las arcas de las instituciones judías y las del estado de Israel. Habla de “un auténtico negocio de extorsión”. En cuanto al segundo punto, el escritor Sergio Romano, que no es precisamente un revisionista, explica que después de la guerra “Israel se ha dado cuenta de que el hacer hincapié en el drama de la literatura del Holocausto” traería ventajas en su disputa territorial con los árabes y “una especie de semi-inmunidad diplomática”.
-En todo el mundo se habla del Holocausto como exterminio, ¿usted tiene dudas o lo niega rotundamente?
Los medios de propaganda de quienes hoy detentan el poder global son inagotables. Mediante una subcultura histórica especialmente creada, y difundida por la televisión y el cine, han manipulado emocionalmente las conciencias. En particular, las nuevas generaciones, empezando desde la escuela, han sido sometidas a lavado de cerebro, obsesionadas con historias truculentas para subyugar a la libertad de juicio. Como ya he dicho, hace casi 70 años que estamos a la espera de pruebas sobre los crímenes de los que se acusa al pueblo alemán. Los historiadores no han encontrado ni un solo documento que se refiera a las cámaras de gas. No hay una orden por escrito, un informe o un dictamen de una institución alemana, una relación de los empleados. Nada en absoluto.
A falta de documentos, los jueces de Nuremberg han asumido que el proyecto titulado “Solución final de la cuestión judía” que se barajaba en el Reich, y que evaluaba la posibilidad de la expulsión territorial de los judíos de Alemania (y más tarde de los territorios ocupados), incluído el posible traslado a Madagascar, era un código secreto encubierto que significaba su exterminio. ¡Es absurdo! En medio de la guerra, cuando aún éramos ganadores tanto en África como en Rusia, los judíos, que en un principio, hasta 1941, simplemente eran animados a irse del país, fueron luego presionados para abandonar Alemania. Sólo después de dos años de comenzada la guerra empezaron las medidas restrictivas de su libertad.
-Supongamos que esa evidencia de la que usted habla apareciese. Estoy hablando de un documento firmado por Hitler u otro jerarca. ¿Cuál sería su posición?.
Mi posición es de condena absoluta de tales hechos. Todos los actos de violencia indiscriminada contra una comunidad, sin tener en cuenta las responsabilidades individuales reales, son inaceptables, absolutamente condenables. Como lo que pasó con los indios americanos, con los kulaks en Rusia , los italianos de Istria, los armenios en Turquía, los prisioneros alemanes en campos de concentración estadounidenses en Alemania y Francia así como en los de Rusia; los primeros abandonados deliberadamente a una muerte segura por el presidente Eisenhower, los segundos por Stalin. Ambos jefes de Estado no respetaron la Convención de Ginebra. Todos esos episodios, repito, deben ser condenados en términos muy claros, incluyendo las persecuciones hechas por los alemanes contra los judíos, que sin duda las hubo. Pero las de verdad, no las inventadas por la propaganda.
-¿Admite usted la posibilidad de que estas pruebas, se escaparon de una posible destrucción causada por los alemanes al final del conflicto, y que un día podrían salir a la luz?
Ya he dicho que ciertos hechos deben ser condenados en absoluto. Así que si aceptamos la hipótesis de que un día se van a encontrar pruebas de las cámaras de gas, la condena de una cosa tan horrible, y de quienes lo hayan ordenado y utilizado para matar, debe ser indiscutible y total. En ésta vida he aprendido que las sorpresas pueden no terminar nunca. Pero en este caso, sin embargo, creo que puedo descartarlo con certeza porque por casi sesenta años, los documentos alemanes capturados por los vencedores de la guerra fueron examinados y evaluados por cientos de académicos, así, lo que no ha surgido ya, difícilmente podrá aparecer en el futuro. Por otra razón creo que es muy poco probable, y voy a explicar por qué: Cuando la guerra ya estaba muy avanzada nuestros oponentes comenzaron a insinuar sospechas acerca de actividades homicidas en los campos. Hablo de la Declaración Interaliada de diciembre de 1942, cuando se habló en general sobre crímenes bárbaros contra los judíos de Alemania y se preveía el castigo de los culpables.
Luego, a finales de 1943, supe que no se trataba de propaganda de guerra genérica, sino que además nuestros enemigos pensaban fabricar falsas evidencias de estos crímenes. La primera noticia sobre ésto la tuvo mi compañero de estudios, un gran amigo, el capitán Paul Reinicke , que pasaba los días en contacto directo con el número dos en el gobierno alemán , el Mariscal Goering: era jefe de su escolta . La última vez que lo vi me refirió sobre un proyecto de puras falsificaciones. Goering estaba furioso porque estas falsedades calumniosas serían difundidas por todo el mundo. Precisamente Goering, antes de suicidarse, acusó violentamente al Tribunal de Nuremberg de la producción de pruebas falsificadas.
Otra pista me la dio más tarde el jefe de la policía Ernst Kaltenbrunner , el hombre que había sustituido a Heydrich tras su muerte y que después fue enviado a la horca como consecuencia de la sentencia de Nuremberg. Lo vi hacia el final de la guerra para presentarle la información recogida sobre la traición del rey Vittorio Emanuele. Me aseguró que los futuros vencedores estaban ya trabajando para construir falsas evidencias de crímenes de guerra y otras atrocidades que ellos inventaron sobre los campos de concentración como prueba de la crueldad alemana. Ya estaban por llegar a un acuerdo sobre los detalles de cómo realizar un juicio especial contra los perdedores. Y además, me encontré en agosto de 1944 con el colaborador directo del general Kaltenbrunner , el jefe de la Gestapo general Heinrich Müller. Gracias a él tuve la oportunidad de asistir a un curso oficial de cadetes. A él debía mucho, y nos llevabamos muy bien. Había venido a Roma para resolver un problema personal de mi comandante el teniente-coronel Herbert Kappler
En aquellos días, el Quinto Ejército estadounidense estaba a punto de entrar en Cassino, los rusos avanzaban hacia Alemania. La guerra ya se había perdido inexorablemente. Esa noche me pidió que lo acompañara al hotel. Dado que había un mínimo de confianza, me atreví a pedirle más detalles sobre el tema. Me dijo que por la actividad de espionaje habían recibido la confirmación de que el enemigo, esperando la victoria final, estaba tratando de fabricar pruebas de nuestros crímenes para crear un espectacular juicio y así criminalizar a Alemania después de la derrota. Tenía información precisa y estaba seriamente preocupado. Afirmó que de estas personas no era posible fiarse porque no tenían sentido del honor y carecían de escrúpulos. Entonces yo era joven y no le di la debida importancia a sus palabras, pero luego las cosas sucedieron igual que el general Müller me habían dicho. ¡Estos son los hombres, los jerarcas, que según se dice hoy en día organizaron el exterminio de los judíos con cámaras de gas! Yo lo consideraría ridículo si no fuera por las trágicos consecuecias.
Así que cuando en 2003, tras un falso juramento del secretario de Estado Powell ante el Consejo de Seguridad de la ONU, los estadounidenses atacaron Iraq con la excusa de que poseía “armas de destrucción masiva “, precisamente ellos que son los únicos en haber empleado esas armas, me dije a mí mismo: ¡nada nuevo!
-Usted, como ciudadano alemán, ¿sabe que algunas leyes en Alemania, Austria, Francia, Suiza sancionan con cárcel a quien niegue el holocausto?
Sí , los poderes mundiales las han impuesto y pronto también lo harán en Italia . El engaño consiste en hacer creer que los que, por ejemplo, se oponen al colonialismo israelí y al sionismo en Palestina son antisemitas, y que los que se atrevan a criticar a los judíos son siempre antisemitas, y que quien ose pedir pruebas de la existencia de cámaras de gas en los campos de concentración es como si aprobara una idea del exterminio de los judíos. Es una falsificación vergonzante. Precisamente estas leyes demuestran el miedo que hay de que la verdad salga a la superficie.
Obviamente existe el temor de que después de la campaña de propaganda emocional, los historiadores se pregunten sobre la evidencia, los investigadores sean conscientes de las tergiversaciones. Precisamente estas leyes abrirán los ojos a quienes todavía creen en la libertad de pensamiento y en la importancia de la independencia en la investigación histórica. Por supuesto, por lo que he dicho puedo ser incriminado, mi situación podría incluso empeorar más, pero tuve que decirle las cosas como realmente son, la valentía de la sinceridad era un deber para con mi país, una contribución, en el cumplimiento de mis cien años, para la redención y la dignidad de mi pueblo.



TITANIC, una historia de presagios

Cuando uno se sumerge en la investigación del Titanic se da cuenta que estamos ante un fenómeno de calado mundial. Por ello no deja de sorprender aún hoy, después de 100 años del hundimiento, los misterios que siguen rodeando al transatlántico que ni siquiera culminó el viaje inaugural. Entre esos misterios existen una serie de intuiciones personales, presagios, adivinos y gafes que son capaces de erizarnos la piel.

Ya se escribió en el Blog sobre la novela "Titan" que pareció predecir el terrible destino; no obstante puede ser un buen momento para retomar aquella lectura. Más allá de eso, vamos a hablar del misterio que rodeó a algunos de los pasajeros, misterio que hoy día sigue siendo tabú en muchos casos.

El R.M.S. Titanic partía de Southampton el 10 de Abril de 1912 con destino New York. Debía realizar dos paradas intermedias: Cherburgo en Francia y Queenstown (hoy Cobh) en Irlanda. Vamos a situarnos en el embarcadero de Cherburgo con los pasajeros esperando ansiosos, debido al retraso del Titanic, antes de embarcar en el transbordador Nomadic que los subiría al buque. En Cherburgo suben al Titanic 172 pasajeros -la mayoría de primera clase, provinientes de París por vía ferroviaria- de los que 50 morirían tan sólo 4 días después. 

Quizás la pasajera más famosa (sin olvidar a Jhon Jacob Astor o Benjamin Guggenheim) de las que esperan al Titanic en Cherburgo sea Margaret Brown, conocida posteriormente al naufragio como "La insumergible Molly Brown"; nadie duda de la valentía de Molly Brown en el bote salvavidas, de su arrojo y decisión para salvar y ayudar a las víctimas, ni siquiera de su leyenda de insumergible por desgracias acumuladas en vida pero lo que la mayor parte del público desconoce es que Molly Brown llevaba consigo una estatuilla egipcia que le habían ofrecido como amuleto, meses antes, en el famoso Bazar de El Cairo Khan el-Khalili. Cuándo el Titanic chocó con el iceberg y los pasajeros fueron llevados a cubierta para evacuarlos en los botes, Margaret Brown metió la estatuilla en el bolsillo de su abrigo antes de abandonar para siempre su camarote. Es obvio que ese gesto hacía ver la importancia dada al amuleto. Tras el rescate por el buque Carpathia se la regaló al Capitán Rostron al que admiró y felicitó durante el resto de su vida.

En Cherburgo, la amiga de Molly Brown llamada Emma Bucknell le confía que algo malo iba a suceder. Ambas venían de viaje por Egipto y la complicidad adquirida con Molly Brown hace que crea en las palabras de tranquilidad y sosiego de su amiga. Sin embargo la intuición femenina no se equivocaba...

Edith Rosenbaum, una joven y talentosa diseñadora de 33 años, sentía una ilusión tremenda en el tren de camino a Cherburgo por viajar en el Titanic. Innovadora en la moda, era una de las primeras mujeres modernas que cambiaron el corsé por el sujetador. Al llegar a la ciudad francesa, mientras espera el barco, empieza a sentirse nerviosa sin motivo aparente y envía un telegrama a su secretaria en París para expresar su preocupación, Edith intentaba refugiarse en pensar que serían nervios por su primer viaje a New York. Sin embargo será la última persona en abandonar el transbordador Nomadic y, por tanto, en subirse al Titanic (en la parada de Cherburgo) ya que la imagen del barco le ha avivado el nerviosismo. Finalmente, una vez a bordo del Titanic, pregunta a un agente de la White Star, Nicholas Martin, como podría recuperar su equipaje para volver a tierra inmediatamente. La respuesta fue que el barco era insumergible y que no hay tiempo para bajar el equipaje, ella si podía hacerlo si lo precisaba. Edith responde que sus vestidos -la gran parte del equipaje que llevaba y pretendía vender en USA- valen más que ella y decide quedarse. Sin embargo sus dudas no acabarían ese día, a la mañana siguiente Edith Rosenbaum escribe un nuevo telegrama a su secretaria en el que dice: "el Titanic es un monstruo, sigo sin quitarme la desazón de ayer y presiento que algo malo va a pasar", termina diciendo: "Ojalá logrará quitarme esta sensación de encima". Edith sobrevivió y sus vestidos se perdieron -como el destino avisó al subirse al buque- pero su intuición sigue siendo espeluznante hoy día.

En el transbordador Nomadic también iba un joven matrimonio español de luna de miel. Víctor Peñasco y Pepita pertenecían a la aristocracia madrileña de la época y deciden subirse al Titanic sin avisar a sus familiares los cuales creían que seguían en París celebrando su noviazgo. Para realizar la "broma" dejan a su mayordomo en el Hotel de París y le indican que cada día debe enviar una postal -previamente escrita por ellos- haciendo ver que seguían en París. Lo macabro de la broma es que sus familiares siguieron recibiendo escritos en fechas en las que Víctor había muerto. Pepita logró salvarse pero seguramente la alegría juvenil se hundió en el Titanic.

Queenstown, como dijimos, fue la segunda y última parada intermedia, del Titanic. Era la última posibilidad de correo antes de llegar a New York y aquel día muchos pasajeros querían escribir sus últimas líneas a sus familiares, amigos o socios. Uno de ellos será el jefe de oficiales del Titanic, Henry Wilde, quién escribe a su hermana: "este barco sigue sin gustarme, me da una impresión rara". 

En Queenstown, aquel lugar dónde desembarcaría el Padre Brown -el jesuita que fotografió la mayoría de las instantáneas del barco que hoy día podemos ver- un fogonero asomó la cabeza por la cuarta chimenea (no era chimenea como tal sino un elemento decorativo y por tanto falsa) y así respirar el aire irlandés. Esto se tomaría, más tarde, como un mal presagio para una travesía inaugural. 

Egipto nos regala otra historia misteriosa relacionada con el Titanic, protagonizada por Alice Fortune de 24 años e hija de un magnate inmobiliario canadiense. En una estancia en el hotel Shepeard  de El Cairo, un extraño personaje nativo con fez granate comentó ser adivino y pidió leer la mano de Alice. Su predicción fue la siguiente: "Estas en peligro cada vez que viajas por mar. Veo que vas a la deriva en un bote por el océano, lo perderás todo menos la vida. Te salvarás pero otros morirán". Aquel mal augurio, a comienzos de 1912, fue recibido con risas por los familiares y la propia Alice. Incluso una semana antes de subir al Titanic, Alice bromeó con un amigo suyo al saber que iría también en la travesía: "Has olvidado lo peligroso que es viajar conmigo". La broma pronto tornaría en tragedia; el adivino egipcio misteriosamente no se equivocó en lo más mínimo. 

Una momia egipcia también causaría pavor durante la última cena a bordo del Titanic. W.T. Stead comentó esa noche que existía una leyenda de una momia expuesta en el British Museum que maldecía a todo aquel que escribía su historia. Algunos supersticiosos dirían después que Stead al hablar de esta momia provocó que se desencadenara la maldición esa triste y fría noche.

A las 23 de esa fatídica noche, 40 minutos antes de la colisión, un pasajero no identificado, de aspecto vigoroso y con barba, comentó en la sala de fumadores: "La White Star, la Cunard y la Hamburg-Amerika, están en una carrera por hacer barcos más lujosos y pronto todo desembocará en la mayor tragedia naval de todos los tiempos". No habría que esperar mucho para vivirlo...

Edith Evans es una de las cuatro mujeres de primera clase (dato tremendo si se compara con segunda o tercera clase) que murió en el Titanic. Meses antes una pitonisa le había dicho: "Ten cuidado con el agua". Cuándo se produjo el caos Edith Evans se bloqueó al recordar la predicción y no pudo más que asumir su muerte en unos últimos momentos horribles.

Esta documentado que Archibald Butt, asesor de los presidentes de USA, tuvo durante las semanas previas muy malos presagios y sueños. Su muerte confirmó su intuición.

Mientras todo se desmoronaba los músicos del Titanic seguían tocando con suma dedicación, la mayoría de las fuentes apuntan a que sonaba el bello himno "Nearer my god to thee" (más cerca de de ti Dios en español) y esto provocó que en múltiples funerales de las víctimas se entonara con pasión. Alguno de los músicos, en los últimos momentos, debía pensar que hubiera sido mejor escuchar las advertencias de su madre que no veía con buenos ojos la opulencia y grandeza sin límites del Titanic. La intuición femenina no fallaría una vez más. 

712 personas de 2.209 se salvaron. Debe ser horrible morir en aguas gélidas, ahogado o por hipotermia (es curioso conocer que los últimos que mueren por hipotermia son los que menos se mueven en el agua), pero vivir con ese recuerdo -esas imágenes de pavor o esos gritos desgarradores- en la mente no tuvo que ser nada fácil para los atormentados supervivientes.

Tras la colisión, se pidió ayuda al gemelo de la White Star, el Olimpic, pero su capitán llamado Haddock (efectivamente, cómo el de Hergé en Tintin) tuvo que afirmar con mucha impotencia que estaba lejos. El Carpathia, que estaba más cerca pero no lo suficiente, sólo llegó para salvar a las pocas almas que habían subido a los botes. Y entonces, ¿quién era el barco del que se veían las luces mientras el Titanic se hundía? al parecer una embarcación noruega que de manera ilegal patrullaba aquellas aguas en busca de focas. Este barco vio las bengalas que se lanzaron desde el Titanic y de acudir en su ayuda hubiera podido salvar a la mayoría de los pasajeros...pero huyó creyendo que se trataba de señales realizadas por autoridades policiales. Y mientras la paradoja, ya que los pasajeros del Titanic veían en esas luces cercanas su esperanza.

Un triste colofón para una más triste historia. Y cómo en todas las tragedias, una historia con sus misterios que posiblemente nadie descifrará.




DON QUIJOTE Y SUS ENSEÑANZAS



¿Y si Don Quijote de la Mancha fuera un personaje "desconocido" para la mayor parte de los lectores? ¿ Y si sus andanzas guardan relación con un mensaje oculto? ¿Sería por tanto Cervantes un "iniciado"? ¿Existirá o existió algún lector en el mundo capaz de descifrar estas incógnitas?

Preguntas que posiblemente no tengan respuesta, desgraciadamente. 

Lo que si debe ser transmitido es la relación de códigos y comportamientos sociales que Cervantes plasmó en Don Quijote de la Mancha : lealtad, camaradería, orgullo, espíritu de lucha y mucha ilusión, tanta cómo la de ese niño que todos llevamos dentro y, en ocasiones, no dejamos respirar. El Caballero de la Triste Figura, es decir Don Quijote, nunca se rindió porque ninguna situación le parecía a priori imposible. Pero tampoco su fiel escudero Sancho lo hizo, incluso en los momentos dónde se achicaba siempre daba la cara -a veces partida- por su amo. Un ejemplo a seguir en las situaciones cotidianas con las que tenemos que lidiar, una muestra que la ilusión o el compañerismo pueden más que la negatividad y el egoísmo.

Es una novela -famosa dónde las haya- pero tiene mucho significado oculto por descubrir. Algunos ríen leyendo sus líneas, otros sin embargo lloran y a unos pocos les despierta unos sentimientos que creían enterrados hace años. A esos pocos van estas líneas, a los que son capaces de discernir la alegría en la más oscura noche y, sobre todo, a los que ven salir el sol todos los días de su vida independientemente de si este calienta en demasía o apenas brilla oculto entre las nubes.

Don Quijote de la Mancha es una obra que, cómo aquellos cuentos "para niños", encierra moralejas muy valiosas. Lo destacado de esta obra es que es capaz de encerrar muchas enseñanzas en diferentes partes del libro. Esto, debidamente velado con el sello de la locura y la firma de lo extravagante y a veces vulgar en alguno de sus personajes, hace que estemos ante una obra sin igual en la literatura española. 

Muchos vendrán, sin ilusión vital, y tacharán de "iluminado" al autor de estas líneas, mofándose de aquellos que vemos ese plus de mística, y misterio, en algún tipo de arte. A todos ellos les diría que abrieran los ojos y observaran que su realidad no es la única y que lo imposible a veces se hace realidad, sólo cuesta un poco más. A todos ellos les diría que leyeran El Quijote no con el raciocinio de un adulto sino con la pasión de un niño. Entonces la locura del protagonista quizás no sea lo fundamental, sino la pasión con la que vive y enlaza aventura tras aventura; es vida en estado puro más allá de lo material, conjugando lo divino y lo terrenal.


Que el Caballero de la Triste Figura ilumine nuestro sendero con sus "locuras".


ANÍBAL Y ESCIPIÓN EN ÉFESO

Al parecer Plutarco, en un volumen perdido de "Vidas paralelas", habría dejado constancia de la relación entre Escipión y Aníbal. Son líneas perdidas y por tanto no hay mas que hipótesis. Una de estas teorías sin confirmar habla de un diálogo, entre generales, en una ciudad de Asia Menor -actual Turquía- llamada Éfeso.

Muchos historiadores romanos se hicieron eco de le leyenda de Publio Cornelio Escipión y de su opuesto cartaginés Aníbal Barca (en realidad lo correcto es Baraq que significa rayo sólo que las tribus íberas compusieron para la leyenda el archifamoso Barca). Aníbal, aquel que puso en jaque a la Roma republicana, encontró la horma de su zapato en Escipión quién llevando la guerra a África, tras muchas vicisitudes, consiguió vencer a Cartago casi a sus puertas. Zama fue el final, el último escenario tras años de guerras púnicas. La historiografía tiene documentado un encuentro entre ambos generales, previo a la citada batalla de Zama, dónde pudieron medir sus fuerzas psicológicas y buscar un signo, sea de debilidad o fortaleza, en la mirada del otro. Ese encuentro caló en ambos generales pero sus naciones, Roma y Cartago, estaban condenadas a la lucha final, al último y más sangriento de los choques entre ambos ejércitos. Roma venció y comenzó así su hegemonía sobre el mundo. 

En realidad Escipión venció por su inteligencia y Aníbal fue derrotado, o vilmente traicionado, por los gobernantes de su amada Cartago. Ambos generales sufren injurias y desprecios por sus respectivos gobernantes,  ya sean los senadores romanos o los sufetes cartagineses, que siempre vieron a los dos grandes estrategas como enemigos de sus privilegios. 

Los investigadores tienen un quebradero de cabeza: durante siglos se ha difundido un segundo, y posterior, encuentro de Aníbal y Escipión en la bella ciudad de Éfeso. Lo cierto es que Aníbal estaba desterrado de Cartago y ejercía en Asia como consejero del rey sirio Antíoco III y Escipión fue enviado, junto con otros senadores, como embajador ante el rey sirio para negociar la retirada siria de Asia Menor en un enclave donde Roma tenía aliados y muchas intenciones de dominio para asegurarse el paso del Helesponto. De algo si se está seguro y es que ambos generales estaban en Éfeso en aquellos días, uno desterrado y el otro como embajador.

 Por aquellas fechas del encuentro, siglo II A.C., nuestros míticos personajes no conocieron la bella Biblioteca de Celso o el enorme teatro que hoy día siguen siendo atracción para miles de visitantes diarios. Es posible que si conocieran, entre otros edificios, una de las siete maravillas del mundo antiguo, el Templo de Artemisa. Se ha extendido, en muchas obras literarias, un posible diálogo entre ambos generales:

"Cuándo Escipión pregunta quién era para él el mejor general de todos los tiempos, Aníbal le contesta que Alejandro Magno por disponer de un ejercito pequeño y vencer a otros más numerosos en repetidas ocasiones, alcanzando costas tan lejanas que ellos sólo pueden alcanzar en sueños. La empresa acometida por Alejandro y su resultado le situan como el mejor sin duda alguna. Escipión asiente y no rebate pero, ávido de reconocimiento, le pregunta quién cree que es el segundo mejor general y obtiene una respuesta que no le agrada: Pirro, ya que enseñó a construir un campamento con la mejor posición y situación estratégica. Cuándo Escipión le pregunta quién es el tercer mejor general de todos los tiempos, la respuesta de Aníbal es él mismo. Escipión sonríe y recuerda que él le venció, acto seguido le pregunta que hubiera pasado si él, con su ejército romano, hubiera sido derrotado en Zama. Aníbal, sereno, contesta que si Cartago hubiera vencido esa decisiva batalla él sería el mejor general de todos los tiempos. El halago a Escipión, de forma indirecta, estaba servido y con ello acalló el orgullo del general romano".

Un curioso diálogo entre los dos egos más destacados del orbe antiguo. Está extraído de las "Períocas Ad Urbe Condita" de Tito Livio. Leyenda o realidad, nos muestra a dos militares inteligentes que gracias a su sagacidad tuvieron el mundo en sus manos. La posterior batalla de Magnesia confirmaría a Roma cómo la potencia a temer y respetar. Pero la historia les reservó, a ambos generales, el mismo final en sus caminos. Una muerte trágica, amarga y propia de las tragedias griegas que tanto apasionaban a Escipión, fue el denominador común de Escipión y Aníbal. Muertes que eran consecuencia de la traición de sus patrias, a las que tanto habían aportado en el pasado. Pero esto es otra historia...

Hoy día, al pisar Éfeso, uno siente temblar la historia a sus pies. Mientras se camina por las calles y se contempla la bella arqueología de sus restos, Aníbal y Escipión toman forma en cualquier esquina, en cualquier recodo, en cualquier resto pétreo y le llevan a uno a pensar que realmente ambos generales comparten aura y gloria ya que sus biografías son similares en condicionantes y trascendencia. Quizás "Vidas Paralelas" de Plutarco nunca tuvo tantas similitudes en sus personajes...quizás porque ese texto no existe hoy día...

Despues de haber paseado por Éfeso, así como leído la grandeza de sus vidas, mi reflexión es que los héroes se forjan en épocas muy dispares en el tiempo y el mundo de aquellos años de la II Guerra Púnica tuvo la suerte de disfrutar, de manera excepcional, con dos héroes coincidiendo en vida. La mística y lo legendario no son un velo para tamañas hazañas realizadas en Hispania, Italia, África e incluso Asia. Por tanto el veredicto final es que, junto a Alejandro Magno, son los tres grandes generales del mundo antiguo y quizás de la historia. El orden es indiferente pues sólo los Dioses, ya sea Zeus, Júpiter o Baal, pueden mirar a los ojos a semejantes especímenes humanos. Enormes y llenos de gloria, cómo la ciudad de Éfeso.