Teorías hay muchas. Descubrir un continente como América supuso en la conciencia humana de la época algo parecido a lo que hoy sentiríamos si encontráramos otro planeta entre el nuestro y la Luna...y habitado. En América hay más misterio del que creemos, empezando por sus orígenes dónde las civilizaciones precolombinas demostraron un saber y una destreza de la que hoy día nos ha llegado una mínima parte. Cuando en Europa se estaba preparando el viaje hacia el Oeste, cruzando el océano infinito, las grandes civilizaciones indígenas se encontraban en su ocaso y las profecías anunciaban el "fin del mundo conocido". Si nuestra ortodoxia religiosa, como europeos, así como nuestro etnocentrismo no hubieran existido no se hubiera producido una conquista sino un verdadero descubrimiento. Conocimientos indígenas avanzados como: astronomía, astrología, agricultura, arquitectura, etc se hubieran puesto al servicio del hombre, por contra fueron pisoteados por la vanidad y la ambición en detrimento de la cultura. Pero no deja de ser un capítulo más de la historia de la humanidad, poner zancadillas en el camino no era nuevo.
Si pensamos en el descubrimiento de América nuestra mente nos lleva, inexorablemente, al Almirante Cristóbal Colón. Sin embargo, multitud de hipótesis sitúan a otras culturas en momentos anteriores a 1492:
Existe el rumor de la presencia púnica gracias al hallazgo de una supuesta estela funeraria, con los caracteres de este pueblo grabados en la piedra. Esto supondría conocer América, en Europa, incluso desde antes del nacimiento de Jesús de Nazaret. La teoría no deja de ser descabellada, aunque si pensamos en la gran fama de navegantes de este pueblo y sus avances marítimos en el Mediterraneo nos puede llevar a confusión. Pero lo cierto es que los cartaginenses ó púnicos, pueblo del gran Aníbal Baraq, no poseían naves capaces de hacer trayectos tan largos. Ni siquiera el descender del gran pueblo marítimo del Mediterraneo, los fenicios, lo hace racional. Fueron capaces de crear verdaderas Talasocracias, es decir verdaderos Imperios marítimos, pero sus conocimientos no eran suficientes para tan largo viaje. Es probable que si se ha encontrado una estela púnica en Rhode Island esta, si es verdadera, haya sido llevada desde Europa tras el descubrimiento. Aunque la historia debe dejar abierto un resquicio a la ensoñación y la fantasía. Asterix y Obelix en el álbum: "La Gran Odisea", tras una tormenta espeluznante y un largo tiempo a la deriva, llegan a América. Es ficción lo que se narra en la aventura de estos galos, enfrentados a Roma como los cartaginenses, pero quién sabe si una tormenta hizo naufragar a unos pocos púnicos y estos antes de morir realizaran una de sus famosas estelas funerarias, sabedores que el regreso a su tierra era imposible. Soñar siempre es más bonito...
En "La Gran Odisea" Asterix y Obelix son rescatados, de América, por el pueblo vikingo. Y es precisamente el hombre nórdico el siguiente eslabón de este cadena de hipótesis. Erik el Rojo, famoso navegante vikingo así como feroz guerrero, en su propia Odisea desde Groenlandia explorará las tierras al Oeste y posteriormente Leif Eriksson llegará una tierra bautizada como Vinland, la cual se ha querido relacionar a América del Norte. Nada claro hay sobre la ubicación de estas tierras, si se sabe por la "saga de los groenlandeses" que abandonaron estas tierras debido a la escasez de mujeres. Al volver al este, a Groenlandia, dejaron tras de sí huellas de asentamiento en Canadá, en concreto en L´anse aux meadows o la ensenada de las medusas dónde en 1960 se excava un poblado vikingo de al menos dos años de duración. Parece claro que llegaron a América, al gélido Norte, para abandonarlo al cabo de poco tiempo y sin la conciencia de haber descubierto otro continente. Sería, para los colonos vikingos, como haber encontrado una isla más en su concepción geográfica con el agravante de su gelidez, la misma de la que provenían. Por lo tanto nada nuevo. Y sin embargo las teorías mas arriesgadas llevan a un puñado de vikingos a América del Sur, lo que explicaría geoglifos y líneas geométricas como las de Nazca, más cercanos a sus símbolos y escritura. Esto último, hoy día, no deja de ser un sueño...cargado de romanticismo eso sí.
Otras teorías nos sitúan a los templarios en América desde el siglo XII. Nos acercamos a las teorías conspirativas y, por tanto, nos alejamos del pensamiento académico. No obstante, como hemos dicho, soñar es algo bello. Numerosos autores en las últimas décadas han situado el secreto templario en América, desde luego que los conocimientos astronómicos y náuticos de los templarios eran superiores a los de gran parte de la población del momento. Estas teorías destacan que la creciente riqueza templaria provenía de barcos cargados de minerales desde América. Además, se empaparon del conocimiento místico de las diferentes culturas precolombinas y ello les supuso crecimiento espiritual. ¿Por qué no lo desvelaron al mundo occidental? pues como muchos otros misterios templarios nadie puede desvelarlo aunque, se cree, pudo existir un miedo a la barbarie occidental y así romper definitivamente con un mundo que les aportaba tanto conocimiento y riquezas. Esta teoría enlaza con el gusto templario en Oriente Próximo, dónde en las cruzadas, salvo excepciones deshonrosas como el bárbaro Girard de Ridefort, disfrutaban de la compañía de esotéricos musulmanes, místicos o guerreros como los pertenecientes a la secta de los "asesinos". Hay incluso quien entronca teorías que sitúan a Colón como un descendiente de los templarios, conocedor y aprendiz de un conocimiento oculto, siendo este el que le permitiría llegar a América y en gratitud a ellos las velas de las carabelas iban con una gran cruz templaria. Incluso se argumenta que el mapa dibujado por el marino turco Piri Reis no era sino una copia de mapas y grabados de la Orden del Temple.
La historiografía moderna ha intentado demostrar la llegada a América, previa a Cristóbal Colón, del pueblo chino capitaneado por el ilustre militar y marino Zheng He. Partiendo desde la antigua capital china, Nankín, se cree que llegó a América siguiendo la ruta contraria a Colón y por tanto tocando la tierra bañada por el Océano Pacífico. Esto explicaría, entendiendo un asentamiento temporal, el porque de los rasgos asiáticos en determinadas comunidades indígenas. Hasta ahora no se ha podido demostrar pero el potencial marítimo de la flota china nos lleva a no descartarlo. El déficit del estado chino, epidemias y el traslado de la capital a Pekín y por tanto al interior del continente sin salida al mar, son los datos que se ofrecen para explicar el porque de la no continuidad en esos viajes de Zheng He. Otras teorías sugieren que el Almirante chino llega a América desde el atlántico tras la exploración de la costa africana. En todo caso se sitúa la llegada al continente americano entre el año 1421 y el 1423. Décadas antes de la llegada de Colón....
Pero Cristóbal Colón no fue el siguiente como podemos creer. Otra teoría, esta asentada en fuentes españolas, habla de un protonauta llamado Alonso Sanchez de Huelva en tierras americanas. Al parecer, en un viaje de transporte de mercancías desde África con destino Inglaterra, encontrándose en aguas del atlántico a la altura del Golfo de Guinea, una tormenta (de nuevo la leyenda de la tormenta) lleva a Alonso Sanchez de Huelva junto a su tripulación a la deriva durante varios días. Se ha perdido el rumbo debido al violento oleaje que les empujo lejos de las costas conocidas. Desesperados y enfermos, tras largas jornadas de viaje, consiguen tocar tierra con gran algarabía. Allí son atendidos por una comunidad indígena que les trata como a verdaderos Dioses y el paisaje tropical hace el resto, creen estar en un paraíso terrenal. Los hombres se juntan con mujeres indígenas creando familias y esto es lo que precipitará la marcha ya que muchos de ellos comenzaran a enfermar e incluso morir de un extraño mal (la sífilis, por entonces desconocida en Europa). Alonso decide volver junto a unos pocos hombres y su nave, casi fantasma, atracará en Porto Santo (perteneciente a las Islas Madeira) con él como único superviviente. No obstante, contagiado del mal de sus hombres y moribundo sólo consigue entrar en contacto brevemente con un marino que por razones de casamiento residía en Porto Santo, un marino imbuido por las teorías de Ptolomeo de nombre Cristóbal Colón. Este Almirante, antiguo corsario y de origen aún hoy desconocido, presentará el proyecto de llegar a las Indias por Occidente en Portugal y Castilla siendo rechazado una y otra vez. Hasta que en una reunión secreta con Isabel la Católica consigue, con sorpresa de todos, financiación para el proyecto. Que habló Colón a Isabel en esa entrevista se desconoce, pero algunos afirman que salió a relucir el nombre de Alonso Sanchez de Huelva. Sino no se puede entender como se firman las Capitulaciones de Santa Fe con frases enigmáticas que hablan de tierras ya descubiertas. Por eso, la leyenda habla que al gritar tierra el vigía, Colón extrajo un trozo de lino blanco con gotas de sangre y lo alzó al viento, mostrando a sus compañeros como Alonso Sanchez les había guiado, era el verdadero prenauta hacia lo desconocido. En estas tesis, el gran cronista y amigo de Colón, Bartolomé de las Casas dejo escrito algo que no trae lugar a dudas, habla por sí solo:
“ los indios vecinos de aquella isla tenían reciente memoria de haber llegado a esta isla Española, otros hombre blancos y barbados como nosotros no muchos años...El piloto que viene la Isla de la Madera…en reconocimiento de la amistad vieja o de aquellas buenas y caritativas obras ( curado y abrigado en su casa ), viendo que se quería morir , descubrió a Cristóbal Colón todo lo que les había acontecido y diole los rumbos y caminos, por la carta del marear y por las alturas, y el paraje donde esta isla había hallado, lo cual todo traía por escrito…”
Colón en sí mismo era un enigma. Su vida y sus hechos ofrecen todo tipo de especulaciones.
América no dejará de sorprendernos. Y esto era sólo el principio. ¡Larga vida al misterio!
Si pensamos en el descubrimiento de América nuestra mente nos lleva, inexorablemente, al Almirante Cristóbal Colón. Sin embargo, multitud de hipótesis sitúan a otras culturas en momentos anteriores a 1492:
Existe el rumor de la presencia púnica gracias al hallazgo de una supuesta estela funeraria, con los caracteres de este pueblo grabados en la piedra. Esto supondría conocer América, en Europa, incluso desde antes del nacimiento de Jesús de Nazaret. La teoría no deja de ser descabellada, aunque si pensamos en la gran fama de navegantes de este pueblo y sus avances marítimos en el Mediterraneo nos puede llevar a confusión. Pero lo cierto es que los cartaginenses ó púnicos, pueblo del gran Aníbal Baraq, no poseían naves capaces de hacer trayectos tan largos. Ni siquiera el descender del gran pueblo marítimo del Mediterraneo, los fenicios, lo hace racional. Fueron capaces de crear verdaderas Talasocracias, es decir verdaderos Imperios marítimos, pero sus conocimientos no eran suficientes para tan largo viaje. Es probable que si se ha encontrado una estela púnica en Rhode Island esta, si es verdadera, haya sido llevada desde Europa tras el descubrimiento. Aunque la historia debe dejar abierto un resquicio a la ensoñación y la fantasía. Asterix y Obelix en el álbum: "La Gran Odisea", tras una tormenta espeluznante y un largo tiempo a la deriva, llegan a América. Es ficción lo que se narra en la aventura de estos galos, enfrentados a Roma como los cartaginenses, pero quién sabe si una tormenta hizo naufragar a unos pocos púnicos y estos antes de morir realizaran una de sus famosas estelas funerarias, sabedores que el regreso a su tierra era imposible. Soñar siempre es más bonito...
En "La Gran Odisea" Asterix y Obelix son rescatados, de América, por el pueblo vikingo. Y es precisamente el hombre nórdico el siguiente eslabón de este cadena de hipótesis. Erik el Rojo, famoso navegante vikingo así como feroz guerrero, en su propia Odisea desde Groenlandia explorará las tierras al Oeste y posteriormente Leif Eriksson llegará una tierra bautizada como Vinland, la cual se ha querido relacionar a América del Norte. Nada claro hay sobre la ubicación de estas tierras, si se sabe por la "saga de los groenlandeses" que abandonaron estas tierras debido a la escasez de mujeres. Al volver al este, a Groenlandia, dejaron tras de sí huellas de asentamiento en Canadá, en concreto en L´anse aux meadows o la ensenada de las medusas dónde en 1960 se excava un poblado vikingo de al menos dos años de duración. Parece claro que llegaron a América, al gélido Norte, para abandonarlo al cabo de poco tiempo y sin la conciencia de haber descubierto otro continente. Sería, para los colonos vikingos, como haber encontrado una isla más en su concepción geográfica con el agravante de su gelidez, la misma de la que provenían. Por lo tanto nada nuevo. Y sin embargo las teorías mas arriesgadas llevan a un puñado de vikingos a América del Sur, lo que explicaría geoglifos y líneas geométricas como las de Nazca, más cercanos a sus símbolos y escritura. Esto último, hoy día, no deja de ser un sueño...cargado de romanticismo eso sí.
Otras teorías nos sitúan a los templarios en América desde el siglo XII. Nos acercamos a las teorías conspirativas y, por tanto, nos alejamos del pensamiento académico. No obstante, como hemos dicho, soñar es algo bello. Numerosos autores en las últimas décadas han situado el secreto templario en América, desde luego que los conocimientos astronómicos y náuticos de los templarios eran superiores a los de gran parte de la población del momento. Estas teorías destacan que la creciente riqueza templaria provenía de barcos cargados de minerales desde América. Además, se empaparon del conocimiento místico de las diferentes culturas precolombinas y ello les supuso crecimiento espiritual. ¿Por qué no lo desvelaron al mundo occidental? pues como muchos otros misterios templarios nadie puede desvelarlo aunque, se cree, pudo existir un miedo a la barbarie occidental y así romper definitivamente con un mundo que les aportaba tanto conocimiento y riquezas. Esta teoría enlaza con el gusto templario en Oriente Próximo, dónde en las cruzadas, salvo excepciones deshonrosas como el bárbaro Girard de Ridefort, disfrutaban de la compañía de esotéricos musulmanes, místicos o guerreros como los pertenecientes a la secta de los "asesinos". Hay incluso quien entronca teorías que sitúan a Colón como un descendiente de los templarios, conocedor y aprendiz de un conocimiento oculto, siendo este el que le permitiría llegar a América y en gratitud a ellos las velas de las carabelas iban con una gran cruz templaria. Incluso se argumenta que el mapa dibujado por el marino turco Piri Reis no era sino una copia de mapas y grabados de la Orden del Temple.
La historiografía moderna ha intentado demostrar la llegada a América, previa a Cristóbal Colón, del pueblo chino capitaneado por el ilustre militar y marino Zheng He. Partiendo desde la antigua capital china, Nankín, se cree que llegó a América siguiendo la ruta contraria a Colón y por tanto tocando la tierra bañada por el Océano Pacífico. Esto explicaría, entendiendo un asentamiento temporal, el porque de los rasgos asiáticos en determinadas comunidades indígenas. Hasta ahora no se ha podido demostrar pero el potencial marítimo de la flota china nos lleva a no descartarlo. El déficit del estado chino, epidemias y el traslado de la capital a Pekín y por tanto al interior del continente sin salida al mar, son los datos que se ofrecen para explicar el porque de la no continuidad en esos viajes de Zheng He. Otras teorías sugieren que el Almirante chino llega a América desde el atlántico tras la exploración de la costa africana. En todo caso se sitúa la llegada al continente americano entre el año 1421 y el 1423. Décadas antes de la llegada de Colón....
Pero Cristóbal Colón no fue el siguiente como podemos creer. Otra teoría, esta asentada en fuentes españolas, habla de un protonauta llamado Alonso Sanchez de Huelva en tierras americanas. Al parecer, en un viaje de transporte de mercancías desde África con destino Inglaterra, encontrándose en aguas del atlántico a la altura del Golfo de Guinea, una tormenta (de nuevo la leyenda de la tormenta) lleva a Alonso Sanchez de Huelva junto a su tripulación a la deriva durante varios días. Se ha perdido el rumbo debido al violento oleaje que les empujo lejos de las costas conocidas. Desesperados y enfermos, tras largas jornadas de viaje, consiguen tocar tierra con gran algarabía. Allí son atendidos por una comunidad indígena que les trata como a verdaderos Dioses y el paisaje tropical hace el resto, creen estar en un paraíso terrenal. Los hombres se juntan con mujeres indígenas creando familias y esto es lo que precipitará la marcha ya que muchos de ellos comenzaran a enfermar e incluso morir de un extraño mal (la sífilis, por entonces desconocida en Europa). Alonso decide volver junto a unos pocos hombres y su nave, casi fantasma, atracará en Porto Santo (perteneciente a las Islas Madeira) con él como único superviviente. No obstante, contagiado del mal de sus hombres y moribundo sólo consigue entrar en contacto brevemente con un marino que por razones de casamiento residía en Porto Santo, un marino imbuido por las teorías de Ptolomeo de nombre Cristóbal Colón. Este Almirante, antiguo corsario y de origen aún hoy desconocido, presentará el proyecto de llegar a las Indias por Occidente en Portugal y Castilla siendo rechazado una y otra vez. Hasta que en una reunión secreta con Isabel la Católica consigue, con sorpresa de todos, financiación para el proyecto. Que habló Colón a Isabel en esa entrevista se desconoce, pero algunos afirman que salió a relucir el nombre de Alonso Sanchez de Huelva. Sino no se puede entender como se firman las Capitulaciones de Santa Fe con frases enigmáticas que hablan de tierras ya descubiertas. Por eso, la leyenda habla que al gritar tierra el vigía, Colón extrajo un trozo de lino blanco con gotas de sangre y lo alzó al viento, mostrando a sus compañeros como Alonso Sanchez les había guiado, era el verdadero prenauta hacia lo desconocido. En estas tesis, el gran cronista y amigo de Colón, Bartolomé de las Casas dejo escrito algo que no trae lugar a dudas, habla por sí solo:
“ los indios vecinos de aquella isla tenían reciente memoria de haber llegado a esta isla Española, otros hombre blancos y barbados como nosotros no muchos años...El piloto que viene la Isla de la Madera…en reconocimiento de la amistad vieja o de aquellas buenas y caritativas obras ( curado y abrigado en su casa ), viendo que se quería morir , descubrió a Cristóbal Colón todo lo que les había acontecido y diole los rumbos y caminos, por la carta del marear y por las alturas, y el paraje donde esta isla había hallado, lo cual todo traía por escrito…”
Colón en sí mismo era un enigma. Su vida y sus hechos ofrecen todo tipo de especulaciones.
América no dejará de sorprendernos. Y esto era sólo el principio. ¡Larga vida al misterio!
Interesante! Como todo lo que escribes!
ResponderEliminarMe alegro que te guste Lorena, siempre es una satisfacción que os parezca interesante. Un besazo!
ResponderEliminarCómo sabes tantas cosas!!!!!! es increible, ya te lo dije una vez y vuelvo a decírtelo, con las entradas que escribes despiertas mi curisidad por las historias que cuentas y el interés por querer saber más sobre ellas; me ha encantado, otra vez ciapó.
ResponderEliminarSaludos hermanos. Si hablar contigo es un placer leerte lo es también.
ResponderEliminarEnhorabuna por tú blog.
He vueltoooooo.
Un abrazo