ASTRONAUTAS DEL PASADO: pinturas rupestres de HOSHANGABAD


Hoshangabad (en Hindi: होशंगाबाद) es un distrito y, a la vez, ciudad de la India, perteneciente a la provincia de Madhya Pradesh. Nos encontramos en el corazón del país indio, es el centro geográfico del país. Además de poseer la mayor reserva de tigres de la India, un inmenso y vigilado entorno natural, en estas latitudes, más concretamente en la zona montañosa de Adamgarh, destaca una franja de dos kilómetros repletos de petroglifos.
 Esto último ya atestigua la presencia del hombre prehistórico en la zona, dejando constancia de sus inquietudes intelectuales que plasma sobre la roca con unos grabados que se han repetido en otros lugares del mundo. No deja de ser curioso como el ser humano ha sido capaz de desarrollar su intelecto a base de impulsos o sentimientos que se han duplicado, como fotocopias, en lugares distantes y remotos. Zonas que, en principio, no están unidas por un nexo común repiten comportamientos o patrones culturales. Ahora en nuestro mundo globalizado es fácil saber como respiran nuestros semejantes que habitan las antípodas, sin embargo hace miles de años, cuándo la humanidad hacía de las cuevas santuarios, lo que no estaba en un radio de 50-100 kilómetros era extraño e incluso misterioso. Es difícil imaginar, pues, como la mente humana evocó figuras y las plasmó de manera similar en diferentes partes del mundo. El mismo desarrollo material es un enigma: construcciones piramidales, uso y desarrollo de metales e incluso objetos de las creencias animistas como base de las religiones, están presentes en diferentes continentes con unas similitudes sorprendentes.

Existe otra similitud aún mas inquietante. Son las pinturas o representaciones de época prehistórica catalogadas como "Expediente X". Hay más de las que imaginamos y posiblemente no sólo queden muchas por descubrir sino que algunas ya descubiertas no han salido a la luz en base a la defensa de ciertos principios religiosos. La destrucción de los grandes Budas en Afganistán es un reflejo de la historia de la fe, durante siglos el hombre ha defendido su creencia a base de enterrar y perseguir lo ajeno. Curiosa y egoísta forma de obtener la ambrosía divina.  Pero volvamos a la India, sólo a dos kilómetros de Adamgarh un equipo de arqueólogos indios encontró en febrero del año 2010 unas pinturas que han dejado boquiabiertos a propios y extraños (remito a foto del reportaje).
En Hoshangabad, oculta entre la espesura de la selva, han descubierto una serie de dibujos en roca que han provocado mucho revuelo. El más difundido, trata de un extraño ser que aparece cubierto con una especie de escafandra o casco por el cual observa una extraña escena a través de una rendija horizontal, además unos guantes parecen protegerle las manos debido al intenso color de la pintura en las extremidades superiores. Este ser contempla un objeto discoidal que parece emitir ondas o sensación de velocidad y más arriba un extraño cuerno del que sale una luz que ilumina el centro de la escena. Las conclusiones, dentro de lo subjetivo, parecen marcarnos una senda.

Las imágenes fueron sacadas a la luz por el periódico The Rajasthan Times. Y a partir de aquí la confusión, se habla de un supuesto arqueólogo indio que niega la huella OVNI en estas pinturas demostrando que son escenas cotidianas de la prehistoria (¿?)...si uno investiga algo más el asunto, este arqueólogo no parece ser una prueba real y ni siquiera se demuestra su existencia. Todo apunto a que es un elemento de confusión difundido por alguna minoría recelosa del hallazgo. Previamente se había teorizado sobre la pintura más enigmática: el ser era un Alien o astronauta del pasado que contemplaba como su nave despegaba dejándole en la Tierra para su misión. Al contemplar el objeto con forma de cuerno parece que tiene relación con esta misión, algunos pueden aventurarse a pensar que el cuerno no es más que un contenedor de lo divino o extraterrestre que nos "ilumina" con sus conocimientos. Y así se generó el verdadero desarrollo humano.

Es lógico que ante algo tan abstracto no haya uniformidad de opiniones, la realidad puede ser cualquiera pero lo que asombra son los detalles plasmados que nos acercan a nuestra concepción mental de platillos volantes, astronautas, misiones estelares, abducciones, etc...al final la verdad está un paso por delante de nuestra maraña de interpretaciones. Sin embargo no es único en su especie este grabado sino que, como decíamos antes al hablar de similitudes sin aparente conexión, en el mundo han sido varios los ejemplos en los que arte prehistórico se confunde con ufología o determinadas pseudociencias. Veamos alguno de ellos.

En las famosas cuevas de Altamira se ha comentado también la presencia de platillos volantes, también en  las grutas de Niaux existen ciertos trazos esquemáticos que pueden llevar a confusión. En el desierto argelino del Tassili se haya una profusión de imágenes que pudiera confirmar la teoría de Hoshangabad, astronautas del pasado son representados guiando a humanos a extrañas naves que asemejan naves espaciales. En el valle italiano de Val Carmonica existen 140.000 petroglifos entre los que destacan figuras cosmonautas que rodean su cabeza con un halo o escafandra que desprende luz. Estamos en torno al 10.000 A.C. y las grandes civilizaciones no han surgido aún, para el neolítico quedan aún 2.000 años, por tanto vivimos en sociedad de cazadores/recolectores sin un comercio más allá del trueque entre los miembros del clan y sin embargo...¿esta similitud de imágenes y misterio cómo es posible? Pero esto no acaba en Europa ni mucho menos, hemos visto un ejemplo en el continente asiático, concretamente en la India, pero el americano también tiene que tener presente que su pasado no deja de ser enigmático. Códices mayas, como el llamado de Madrid o el de Dresde, nos muestran figuras geométricas similares a naves espaciales. En Palenque, México, hay un extraño grabado en el que parece observarse un piloto en su nave. Nadie puede olvidar Nazca, misterioso Perú, dónde entre sus conocidas líneas destaca una extraña figura antropomorfa que, para algunos, representa un astronauta del pasado. Figuras estas que, horadas en la tierra para ser vistas desde el cielo, conforman un mapa de navegación tan inquietante que aún hoy no se han podido explicar el cometido que llevo a representarlas.

Podríamos seguir enumerando, pero entendemos que el mensaje está claro. En el pasado hay un lenguaje que aún no hemos descifrado, una lengua de símbolos, representaciones y dibujos que se repiten a lo largo y ancho del mundo. Hoshangabad es un ejemplo más del entramado complejo que nos quisieron legar nuestros antepasados. Es difícil imaginar al hombre prehistórico saliendo de sus cuevas para encontrarse astronautas, materializar esto en nuestra mente se torna complicado y, sin embargo, culturas de todo el planeta Tierra nos quisieron dejar plasmado en sus pinturas que aquello fue posible. O a lo mejor todo fue un sueño, una bella ensoñación que, curiosamente, compartieron hombres de uno y otro lado del planeta. Una extraña paranoia global en la Edad de Piedra.

Al menos se merece una reflexión y si alguno quiere soñar con los ojos abiertos tiene lugares, como hemos dejado constancia, para elegir. La huella del hombre, gracias a los Dioses, sigue siendo enigmática.





4 comentarios:

  1. inquietante nuestro pasado mundial...

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  2. Increíble la de lugares que nos quedan por conocer y saber más sobre ellos. Próxima parada: Hoshangabad; no estaría mal, no?

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  3. Perfecto, increible parece una ensoñación del más allá.

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