EGIPTO, viejas canciones


Casi como una vieja canción, aquella que nos transporta al reino de Orfeo, aparece este blog con la única misión de servir como vehículo al "Tercer Hombre" (homenaje a Shackleton y otros tantos aventureros de lo imposible) que todos llevamos dentro. Las peripecias del alma son tan profundas como las piruetas de la materia y para las últimas ya hay muchas referencias, así que desde aquí trataremos de profundizar en los sentimientos, en ese mundo espiritual del que a veces olvidamos su existencia, arrinconandolo en el desván de los sueños.
Lo que deparará el futuro a nuestro arduo devenir no lo podemos adivinar, pero quizás si podemos hacer un pequeño ejercicio espiritual y afrontar la incertidumbre con una sonrisa en los labios. Si no eres capaz de dibujar esa sonrisa, entonces SYNEIDEDIS no es tu blog.

Existen muchas canciones y otras tantas podemos catalogarlas como viejas, pero no por ello menores ante la vanguardia, simplemente diferentes y sin embargo siguen despertando en nosotros la espiritualidad que creemos perdida en infinidad de ocasiones. La música es parte de nuestra vida y en ella basamos muchos de nuestros movimientos, como aquel ser primitivo de las cavernas que ya necesitaba del arte para expresarse. Aquel que creó la música, entre tantas cosas sorprendentes, como vehículo de expresión de sus almas y como elemento integrador de un grupo o clan. La música como raíz de nuestra expresión mas primigenia, es una teoría sorprendente en muchos círculos científicos heterodoxos pero quien sabe...la aventura del hombre es tan desconocida en sus inicios como apasionante.

Recuerdo un Egipto lleno de luz, imponente en su cultura y con un característico olor, mezcla de especias y combustible. Pero ante todo recuerdo la música que emanaba de sus formas, la música que se sentía al caminar entre gigantescas columnas y megalómanos templos, cualquiera que haya estado en Egipto sabe de que hablo. Igual que sabe entender la música que se escucha internamente al contemplar las construcciones piramidales que llenan de magia la existencia de uno mismo. Los Dioses nos regalaron la música con las siguientes instrucciones, piramidales claro esta:

El mundo es una gran canción, nuestra vida es la mas bonita de las estrofas de esa canción y los sentimientos se componen de notas musicales.

Todo eso es lo que me trae Egipto al recuerdo, una de las estrofas mas bonitas de mi vida y que, como una gran canción, será un placer volver a escucharla en breve. Hoy he sentido anhelo de Egipto, de su cultura milenaria, de su gente e incluso de su olor pero sobre todo he sentido anhelo de la música que allí sentí. Faraones y gobernantes son los destacados en cualquier publicación y sin embargo mis sentimientos al navegar por el Nilo eran hacia esa amplia mayoría que dependía de las crecidas del río para cosechar y poder sobrevivir. Para esos médicos que ya se atrevían a trepanar un cráneo jugandose su vida y la del paciente. Para esos pescadores harapientos que entre cocodrilos debían tratar de obtener un botín. En fin...para la infinidad de personajes anónimos que hicieron posible Egipto.

Mi último guiño será para los constructores, extraños personajes capaz de crear TODO de la nada. En Egipto hubo un tiempo en el que reino la espiritualidad, hubo un tiempo en que la música ofrecía sus notas mas dulces. Y sino que se lo pregunten a griegos, nubios, fenicios, romanos...o a la multitud de arqueólogos que buscaron y buscan aquella melodía.




2 comentarios:

  1. Grande bro.

    "Después del silencio, lo que más se acerca a expresar lo inexpresable es la música."
    Aldous Huxley.

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  2. "En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad."
    Arthur Schopenhauer

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