La desconcertante aventura de la especie humana


Hasta el año 2003 científicos de todo el mundo asumían que Neardenthales y Sapiens eran las dos últimas especies, de ellas el hombre de Neanderthal se extingue hace 15.000 años y la evolución continua con nuestra especie, el Homo Sapiens. En el 2003 se encuentra en Indonesia una especie diferente a las dos citadas, un hombre de proporciones mas reducidas que las nuestras que toma el nombre de la Isla dónde estaban depositados sus restos: el hombre de Flores.
Esto ya supuso un serio aviso a la ortodoxia científica pero algunos paleontólogos, arqueólogos e incluso determinados sectores académicos influyentes siguieron anquilosados en las teorías que habían defendido, durante años, en sus tratados, ensayos, conferencias, etc...

En Marzo de 2010 nos encontramos, no ya con otro aviso, sino con la confirmación de una realidad: en una cueva de Siberia se encuentran restos humanos que tras ser analizados y comparados con el ADN Neanderthal y Sapiens nos dan el resultado de una nueva especie. La técnica hoy día es tan maravillosa y efectiva que un sólo hueso de dedo es capaz de darnos esta información. ¿Qué ocurrió durante tantos años de excavaciones dónde no había estos avances técnicos tan precisos? Pues evidentemente podemos sacar una triste conclusión: es probable que partiendo de la premisa Arqueología = destrucción (para conocer hay que modificar e incluso destruir el hábitat originario, arrancarlo de la tierra dónde ha permanecido durante siglos y en ocasiones, fragmentar piezas de todo tipo) se hayan desestimado pruebas que con la tecnología se hubieran catalogado de otra forma.

Las diferencias existentes entre el ADN de esta nueva especie y el Sapiens son mas de 400, lo que no deja lugar a dudas de la dimensión del hallazgo. Estos restos han demostrado tener una antigüedad de 40.000 años; en ese momento de la evolución siempre pensamos que Sapiens y Neanderthal estaban sólos sobre el Planeta Tierra. En la cueva donde se ha encontrado esta nueva especie hay restos de presencia humana desde hace 125.000 años, según nos indican los utensilios de piedra trabajados por el hombre. ¿Cuántos años convivió esta nueva especie? La pregunta quedará en el aire por el momento y como todo buen misterio es capaz de plantear millones de dudas adicionales.

El origen del hombre es un misterio, parece estar fuera de nuestro alcance como si la mano de la Providencia nos impidiera traspasar un límite de conocimiento. Es apasionante pensar porque nuestra especie es la única que pervive sabiendo que no estábamos sólos en esa "carrera" de supervivencia. ¿Cuántas especies partimos de esa imaginaria "línea de salida"?

El Neanderthal era un hombre mas fuerte físicamente y por tanto mas preparado, en cuanto a calorías, para los duros inviernos del Norte, se habla de su diferencia intelectual con el Sapiens y, en mi opinión, es injusto. Era una especie con otro grado de evolución porque las circunstancias y el entorno le habían proporcionado otros problemas o retos a superar. Sería como decir que una comunidad indígena del Amazonas es intelectualmente inferior a los habitantes del Downtown de Nueva York. Partimos de premisas diferentes y por tanto el paradigma científico debe ser diferente en su origen.

Neanderthales y Sapiens no deben ser enfocados como rivales porque, hasta el día de hoy, no hay ninguna prueba de relación entre ambas especies y por tanto si pervivió una y no la otra puede ser debido a diferentes causas pero no a la rivalidad. Es probable, como muchos científicos argumentan, que una epidemia acabará con el hombre de Neanderthal ya que su genética no estaría preparada para superarla. Pero entonces, ¿Qué ocurrió con estas nuevas y diferentes especies que están surgiendo? ¿Por qué la evolución nos señaló a nosotros?

Es probable que todas estas especies, incluida la nuestra, desciendan de un mismo eslabón, un antepasado común que vivió hace un millón de años y que fue el que nos alumbró en la mas absoluta oscuridad. También es factible que cada especie descendiente de este antepasado común siguiera un camino evolutivo diferente, dependiendo de entorno y circunstancias a vivir, haciendo realidad las diferencias anatómicas y tecnológicas de cada especie. Pero me niego a pensar que los hubiera mejores y peores, dejemos de lado las comparaciones insidiosas u ofensivas que lo único que han sembrado en nuestro mundo ha sido sangre y destrucción. No se puede comprender la evolución humana, de las diferentes especies, desde la óptica del hombre moderno porque nos llevará a caer en el error de la supuesta, y no menos falsa, superioridad. Darwin ha muerto hace mucho tiempo y debemos superarlo.

Seguiremos, día a día, comprendiendo algo más de de nuestro origen aunque si continuamos el hilo quizás no haya eternidad suficiente para llegar al principio, dónde estaría la mano que ha tejido nuestras almas junto a la materia. Ver a la Providencia en su origen no es posible . Sin embargo, es realmente apasionante el sentir que hubo un primer día, un primer segundo en el que el primer hombre dio su primer paso y alzó la vista, temeroso, al cielo. Armstrong en nuestros días vivió algo similar en la Luna. Con ese primer hombre nos solidarizamos.

Como dice J.L. Arsuaga en su libro La especie elegida: "La tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra". Cuando comprendamos esta premisa habremos recorrido ya una parte importante del camino. Mientras tanto la estupidez, la ortodoxia y el desinterés nos siguen cegando.

Esta noche, cuando la oscuridad total nos acoga en nuestros lechos, al igual que la noche envolvía a los primeros homínidos, pensemos en nuestros antepasados y sus dificultades para comprender y racionalizar hechos considerados simples hoy día. Pensemos en que cada paso que tomaban era tal aventura y suponía tantos efectos como si hoy nos plantearamos viajar a Plutón o Marte.



4 comentarios:

  1. Es impresionante que en pleno siglo XXI sigan habiendo tantas cosas por descubrir; que con un simple dedo conozcamos tantas cosas: por ahora una nueva especie y puede que nos lleve a saber cómo vivían, cómo se relacionaban, si coincidieron con otras especies.....muchos misterios por resolver.
    Una entrada fascinante.

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  2. Totalmente de acuerdo. Afortunadamente la ciencia de "manual" está siendo relevada poco a poco por una ciencia de mentalidad abierta e infinitamente más crítica con nuestras convicciones y descubrimientos del pasado.

    Los creacionistas se han estado dando de hostias con los evolucionistas hasta hace 10 minutos y muy probablemente seamos testigos de un nuevo paso adelante que replantee el Evolucionismo tal y como lo hemos entendido hasta ahora.
    La religión, amigo... la religión. Y hasta aquí, puedo escribir! ;)

    Abrazo grande!

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  3. Agudos comentarios queridos. Me encanta que estéis tan ágiles y despiertos y sobre todo que vuestra idiosincrasia no sea condicionada por nadie. Besos y abrazos!

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  4. ¡Cuánto nos queda por saber!. Con los avances tecnológicos es muy probable que en un breve espacio de tiempo, lo que hoy tomamos como dogmas y principios irrefutables se disuelvan como azucarillos en el agua. Según lo que comentas, se han descubierto evidencias de una nueva "especie humana"...¿es posible que hubieran coexistido con alguna otra más?, ¿podríamos llegar a encontrar evidencias de otro tipo de vida, que ahora espera oculta al desarrollo de una tecnología que la permita aflorar...?. Otras especies...otra vez me sorprendes amigo. Muy buena entrada.

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