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SUMER: los primeros proverbios


Cuándo la humanidad deja de lado su enigmática relación con cuevas y grutas, cuándo a los primeros humanos se les ocurre que la vida nómada se traduce en sacrificio, es cuándo surgen los primeros asentamientos o ciudades. La civilización Sumeria -hoy día gran parte del territorio de Irak la comprendería- es quién provoca uno de los cambios más significativos en nuestra especie, la que nos ha llevado a ser lo que somos hoy día tanto en grandes urbes cómo en pequeños poblados. 

Estos asentamientos dejan muchas consecuencias: surge la propiedad privada en base al sentimiento de proteger el terreno que uno mismo, día tras día, cuida con el máximo esmero; dependiendo del reparto o azar de las tierras de una familia u otra se generan grandes economías por la aparición del excedente; y por último, gracias a lo comentado en los dos puntos anteriores, nace el poder y ya no va a morir jamás cómo se podrá observar.

Pero el pensamiento también avanza en paralelo a las injusticias del poder. Así, gracias a un sistema pictográfico, surge en Sumer la escritura. El desarrollo de la misma no empaña su origen, la escritura cuneiforme -en forma de cuña- nos revela a un hombre con una inmensa capacidad intelectual. El primer texto encontrado se remonta al año 3.500 anterior a Cristo pero posiblemente la humanidad, los sumerios por tanto, hayan escrito con anterioridad. Quizás la arqueología lo demuestre pronto...

Las tablillas de arcilla encontradas en las ciudades de la antigua civilización Sumeria nos presentan a unos seres humanos cercanos a nosotros en inquietudes, con las evidentes diferencias del tiempo, y llenos de vitalidad para afrontar experiencias y consecuencias. Son numerosos estos testimonios que hoy día, desgraciadamente para Irak, se reparten en su mayoría en Universidades de Chicago, Pennsylvania y Estambúl. Aquí vamos a recoger la lectura más ágil para no iniciados en las primeras civilizaciones del Oriente Próximo, eso sí que nadie piense que su calidad o mensaje es inferior respecto a otros textos encontrados y transcritos. Vamos pues, sin más dilación, a descubrir como pensaban aquellos hombres que fundaron la primera ciudad y crearon el primer sistema de escritura.

El primer ejemplo habla de los elementos más despreciables -ya presentes en la primera civilización- e inadaptados a la vida social:

Si te meten en el agua, se volverá fétida; si te cuelan en un huerto, se pudrirán tus frutos.


Los pobres y explotados de esta primera civilización también debían, en parte, su mala estrella al dinero que necesitaban prestado de los poderosos:

El pobre toma prestado dinero y preocupación.


Y sin embargo, la sabiduría sumeria, tampoco ensalzaba o deseaba el papel del poderoso, sus razones bien explicadas en este proverbio existían:

Quién tiene mucho dinero puede ser dichoso, quién posee mucha cebada puede ser dichoso, pero el que nada posee puede dormir. 


Las obligaciones familiares, también en nuestro tiempo, pueden convertirse en una carga:

Quién no ha tenido a una mujer o a un niño no ha llevado nunca un aro en la nariz -referencia a los prisioneros hechos por los sumerios que eran perforados con un aro por el cual se pasaba una cuerda; es necesario recordar que los escribas eran hombres únicamente y de ahí la referencia a la mujer y no al contrario-


La familia y la amistad también fueron analizadas por los sumerios:

La amistad dura un día, el parentesco permanece siempre.


Nuestro "vender la piel del oso antes de cazarlo" tiene su influencia en un proverbio sumerio:

Todavía no ha cazado a la zorra, y ya le ha hecho el collar.


Nuestra forma de vivir y gastar en relación a nuestros bienes también fue tratada en Sumer:

Quién edifica como un señor vive como un esclavo; quién edifica como un esclavo vive como un señor


Existían también recomendaciones para no practicar la guerra o alargar conflictos:

Tú vas y conquistas el país enemigo; el enemigo luego viene y conquista tu país.


El último proverbio sumerio que presentaremos toca el tema del abuso de poder, tan vivo hoy día:

Puedes tener un amo, puedes tener un rey, ¡pero es al recaudador a quién debes temer!


Hasta aquí llegan estos ejemplos de problemas e inquietudes sociales, los sumerios fueron un pueblo bastante práctico como hemos podido comprobar. No obstante dejan otro legado, más profundo y místico aún, que concierne a sus textos religiosos: la influencia de sus tablillas, e incluso sincretismo, que observaremos en la Biblia del pueblo judío es tema de amplio debate académico. Las peripecias de sus Dioses Enlil, Inanna, Nanna o Nammu, en relación con reyes y gobernantes, abren muchas formas de interpretación y una de ellas es la que argumenta que el pueblo judío bebió de estas fuentes -tablillas de arcilla- para componer su panteón de hombres santos y su cosmogonía. No por mostrarnos un credo monoteísta se alejan de las primeras reflexiones sumerias. El debate sigue abierto.

Mientras, disfrutaremos de estos proverbios que siguen tan vivos como hace más de 5.000 años. 




BAILE ÁTHA CLIATH, una antigua poesía para honrar un viaje por tierras celtas




                    Tha na siantan air caochladh, tha 'n saoghal fo sprochd,
            Chuir an doineann fhuar, fhiadhaich an ianlaidh nan tosd;
            Tha sneachda trom, domhail a' comhdach nam beann,
            A' lionadh nan glacan, 's a' tacadh nan allt,
            'S mise 'feitheamh an aisig aig carraig a' chaoil,
            Ri smaointean air abhachd nan laithean a dh' aom.

           Ann an laithean ar n-oige dol an comhail an t-sluaigh,
           Cha Sheall sinch ach faoin air mar dh’ aomas iad unnain;
           Cha tig e 'n ar smaointinn cho goirid 's tha 'n dail,
           Gus am brùchd gach leòn oirnn 'g ar lubadh gu lar,
           Gun churam, gun eislein aig teumadh air taobh,
           Ar laithean a' snàg uainn gun aireamh air aon.

           'N uair a luidheas an aois oirnn 's a dh' aognas ar snuagh,
           Ar ciabh 'dol an tainead, agus smal air ar gruaidh,
           Bidh teugmhail nan comhlain a' comhradh gu truagh,
           Agus cairdean ar n-oige air somhladh san uaigh,
           'S ann an sin bhios ar cridhe làn mulaid 'us gaoid,
           Ri smaointean air abhachd nan laithean a dh' aom.

           O! Ard-Righ na cruinne, ceann-uighe ar dùil,
           Air ant-sneachda fhliuch, fhionnar dhuit a lubas mi glun;
          'S guidheam gun orduich thu dhomhsa gu glic.
          'Bhi 'cuimhneachadh d'orduigh'n gu h-umhal 's gu tric,
         Chum 'n uair chriochnaicheas m' astar ann an glacaibh an aoig,
          Nach cuimhnich thu m' fhàilinn anns na laithean a dh' aom.


TRADUCCIÓN -los puntos suspensivos corresponden a lagunas del texto que aún no se han transcrito- del gaélico al castellano de este bello poema. Se pueden observar elementos líricos y metafóricos impregnados de un profundo sentir. Solo en tierras tan bellas como las celtas existe la pureza sin necesitar el baño del astro Sol.

              Los elementos han cambiado;
             el mundo está bajo el infujo de la melancolía, sombrío
             …............la tormenta y …...........las aves
             esperando están al barco en la roca del Estrecho.

             …................ En la reunión de la gente.
          No miramos sino ligeramente cómo se alejaban deslizándose.
           ….............., cuán corto es el tiempo, la demora.
          Hasta que cada herida se abalance sobre nosotros.
          …............, desviándose del buen camino.
          …...., arrastrándose.........., ni siquiera uno sólo

          …............., cuando nuestra belleza se marchite.
          …...................., enfermedades y dolores en bandas
          …....................., disminuidos...................., pena y enfermedad.

          …............., de este mundo; límite de nuestra esperanza.
          …...................., cuando mi viaje concluya en
          los brazos de la muerte.
         Que no recordarás ni perdonarás mi debilidad 
         en los días pasados




Karl Adolf EICHMANN: la paradója de su legado


Cuándo aún contaba con una edad propia de la niñez encontré, viejo y olvidado, un libro con algunas fotografías. Por aquel entonces yo no entendía de palabras más allá de las escritas a pie de página de una fotografía y fue precisamente una imagen la que hizo detener mis manos en su rápido proceso de pasar hojas. Un hombre, alopático de mediana edad, se encontraba ante un Tribunal dentro de una urna de cristal y flanqueado por dos policías. La sala, presidida por un candelabro de siete brazos, alimentaba aún más mi curiosidad.

Se trataba de mi primer contacto con Adolf Eichmann y a raíz de él, en diferentes momentos de mi vida, he sentido la necesidad de saber por qué aquella puesta de escena. Cuándo uno estudia Historia lo debe hacer libre de prejuicios y condicionantes que, más tarde o más temprano, acaban por vestirnos a los seres humanos; pero cuándo uno escribe Historia debe cumplir a rajatabla este paradigma. Estas humildes líneas no van a incumplir esas normas, casi sagradas y no escritas, que uno aprende en la Universidad.

Eichmann no fue uno de los nazis más significativos por aquellos años del III Reich, de hecho el asumió hasta el final de sus días su papel como segundón del entramado político-militar alemán. Precisamente desde este papel intentó exonerarse en el Juicio llevado a cabo en Israel tras su captura en Argentina por agentes del Mossad; pero este posicionamiento, lejos o no de ser verdad, no le salvaría de la horca ni tampoco le libraría de la lista negra de la opinión pública. Entró a formar parte de las SS gracias a un amigo de su padre, Ernst Kaltenbrunner, y según su propia declaración lo hizo más como salida profesional que cómo convicción o sentimiento. Hagamos la primera parada, ya que aquí se encuentra la primera paradoja: hasta con la soga al cuello se mostró cómo un ferviente nacionalsocialista, defensor del Reich milenario.

En los primeros años del régimen nazi trata de negociar con los judíos una salida de Europa hacia un territorio alejado de las fronteras alemanas. Eichmann es uno de los defensores a ultranza del traslado de los judíos a Madagascar y, aunque parezca contradictorio, mantenía relaciones con la cabeza visible del Sionismo de la época. En base a conversaciones que mantuvieron, con una breve visita a Oriente Medio de por medio, denotamos el porque de estas relaciones: ambos grupos, sionistas y nazis, buscaban llevar a los judíos fuera del Reich: los primeros en base a sus pretensiones de fundar un Estado en Palestina y los segundos...pues como fuera pero alejarlos. Que extraña destino el que unió, de alguna manera y sin amor claro está, a las dos facciones formando así la segunda paradója en la que Eichmann aparece de por medio. Negociaciones que se rompen por varios factores y protagonistas: la creciente virulencia hacia los judíos, Reino Unido y su contradictorio comportamiento en Oriente Próximo respecto a árabes y judíos -¿dónde quedaría aquella nación árabe prometida tras el conflicto mundial? ¿Qué pensarían los refugiados judíos al no poder atracar, durante la guerra, en Turquía un barco lleno de familias por orden británica?- y por último la creciente vorágine de la guerra que ofrecía constantes cambios de equilibrio.

Cuándo finalmente se opta por el envío de elementos subversivos a los campos de concentración se ha tomado ya la decisión en el régimen nazi sobre la Cuestión Judía. Eichmann, encargado de la logística y el transporte de prisioneros a los campos, cobrará un creciente protagonismo en el que el bando Aliado, y a la postre vencedor, destacará su eficacia y su papel como subordinado que acata órdenes sin miramientos. Él, durante los interrogatorios en Jerusalén, siempre se defendió como una persona sensible que no soportaba ver masacres y que cuándo tuvo que ver violencia gratuita e injustificada en los prisioneros sufría un malestar interno en forma de falta de apetito, insomnio y cierto sufrimiento. Sin embargo, con la frialdad que caracterizó su forma de ser, argumentó que esas sensaciones no eran las mismas al organizar transporte, evacuación y deportación de prisioneros; tampoco parecía importarle dónde iban esas personas: si a realizar trabajos forzados o al exterminio. No obstante, durante el juicio e incluso previamente según su testimonio, sugiere que si su muerte por ahorcamiento vale para algo en la sociedad alemana no tendría ningún problema en redimirla dando ejemplo con su muerte. Eichmann parecía no darle la espalda al destino pero, muchos así lo creyeron, vieron en sus palabras una contradicción: su arrepentimiento final de nada valía cuándo había vivido en la clandestinidad precisamente para salvarse. Su sufrimiento posterior en contraste con la seguridad inicial de hacer las cosas debidas en beneficio de la patria constituyen la tercera paradoja.

Al acabar la guerra es capturado por los americanos e internado en un campo de concentración para SS. Pero se hizo pasar por Otto Eckmann y no fue descubierto. Organizó una fuga con algunos compañeros y estuvo en Alemania trabajando, bajo falsa identidad obviamente, como leñador. Durante los Juicios de Nuremberg su nombre salta a la palestra en diferentes ocasiones por múltiples "camaradas" que no dudan en quitarse responsabilidad de sus acciones -este es el retrato de muchos seres humanos ante la adversidad- para así intentar salvarse a ellos mismos. Eichmann atemorizado ante la magnitud que tomaba su actuación en el régimen nazi decide saltar a Argentina, ayudado por un franciscano filonazi y, según algunas fuentes, por la organización de ex-SS ODESSA. Allí rehace su vida sin lujos, bajo el nombre de Ricardo Klement y con diferentes trabajos. Al final, con la familia reunida de nuevo en Argentina, es descubierto y secuestrado para volar a Israel. Eichmann asegurará, en una más de estas extrañas y curiosas paradojas, que conocía el cerco al cual estaba siendo sometido y no hizo nada por evitarlo o cambiar de país ya que no pretendía escapar a un juicio que aclararía su participación en el III Reich. Es la cuarta paradoja, porque entonces todos nos preguntamos: ¿por qué no quiso ser juzgado pues en Alemania, su patria y si aceptaba, según su testimonio, sentarse en un tribunal judío? ¿por qué oculta su identidad durante años y de repente no tiene reparo en conceder una entrevista con un periodista holandés? es verdad que este periodista era un antiguo simpatizante nazi y que su nombre no sale reflejado en la posterior publicación de sus palabras pero era evidente que estaba dando pistas sobre su paradero de una forma u otra, ¿por qué?

Con su muerte, tras un juicio unidireccional, dónde el acusado no tiene problema alguno en presentarse como una pieza leal del engranaje nacionalsocialista, queda de manifiesto que si volviera a nacer serviría de la misma manera a sus jefes o superiores. Pero también quedo claro que él personalmente no mató a ningún ser humano ni odiaba razas o religiones en concreto; es presentado por las autoridades judías como el mayor criminal nazi, responsable de millones de muertes y él prefiere presentar la cara de burócrata perfecto. La realidad es que Eichmann no decide sino que acata órdenes y esto, sumado a que los psicólogos le encontraron una persona perfectamente cuerda y sana de juicio, lleva a reflexionar sobre culpables, responsables e inocentes. Los países aliados vencedores de la guerra, las fuerzas perdedoras del Eje o  los que se presentaron como víctimas durante la vista de Eichmann, los judíos, no quisieron reflexionar sobre ello, únicamente trataron de encontrar algún documento o palabra que lo culpara mediante la legalidad. Algunas voces hablaron de cadena perpetua, trabajos forzados,etc...pero su final ya estaba escrito. Esta no es la típica historia de buenos y malos, como quisieron hacernos ver algunos antes y después de la guerra, sino la eterna canción del ser humano: la maldad no es propia, en concreto, de ninguna filiación política, cultura, país, grupo de fe o cualquier otra asociación y, aunque parezca lo contrario a veces, la bondad tampoco es una etiqueta original.

En la más extraña de las piruetas de su destino, Eichmann moría en Israel gritando: "Viva Alemania". Esta supone la más rara paradoja de todas si pensamos en cuantos "Viva Israel" se ahogaron en Alemania durante el gobierno nazi para el cual Eichmann trabajaba con celo. Rechazando leer la Biblia con un prelado protestante que le ofrecen y tras beber media botella de vino tinto se dirige a la horca; con seguridad y firmeza rechaza una capucha para cubrirle la cara y comienza así su viaje por el valle de la muerte. Un extraño personaje, Adolf Eichmann, lleno de contradicciones, con su carga de responsabilidad propia y otra adicional que, tanto nazis como potencias aliadas y judíos, le impusieron al acabar la guerra. Culpable de sus actos personales pero también, erróneamente, señalado con la máxima responsabilidad.

Una paradoja más para la historia, por mucho que siga levantando ampollas hoy día. Una vida de contradicción que podría ser explicada por el Diario personal que escribió mientras estuvo preso en Israel y que este pueblo se niega a mostrarlo a la luz pública. Sus razones tendrán.






ANILLOS DE SATURNO: Viaje al sonido de la cosmogonía



http://www.youtube.com/watch?v=38pJhxCzR-I&feature=player_embedded


El enlace nos va a transportar, sin naves o cohetes espaciales, a los alrededores del Planeta Saturno.

La sonda Cassini, en Noviembre del año 2003, grabó 27 minutos de diferentes frecuencias emitidas desde los anillos de Saturno; los científicos, en su afán de presentar el producto al oído humano, comprimieron la grabación en 73 segundos y esta aceleración 22 veces más rápida que el original ha dado como resultado esta maravilla que nos sugiere paz interior.

Resultará extraño este sentimiento, en todo caso intimista, si evocamos al Dios romano llamado Saturno. Hijo menor del Cielo y la Tierra, con una insaciable sed de gobernar, derroca a su Padre y pacta con su hermano Titán su reinado con una sola condición: dar muerte a toda su descendencia. Así se hizo y todos los hijos que le daba Ops, su mujer, eran devorados por Saturno -remitimos a esa pintura de Goya tan explícita y truculenta como popular- hasta que Ops decide esconder a un hijo de ambos, Júpiter, y así salvar la descendencia. Esto supuso la caída de la dinastía de Saturno, al romper el pacto con Titán, y el ascenso de Júpiter al reinado cuándo este se hizo fuerte. Saturno, según la mitología, quedó desterrado a vivir entre los mortales en la zona del Lazio y así poder ofrecer legislación entre una humanidad aún salvaje. Los romanos no olvidaron el reinado de Saturno y todos los 25 de Diciembre celebraban las saturnalias, la misma fecha que la fiesta del Sol Invicto o la posterior Navidad, en honor a su antiguo Dios; un día de fiesta y alegría dónde reinaba la paz y era constumbre intercambiarse regalos...¿les suena?

En la Antigüa Grecia, junto a Egipto dónde surge la cosmogonía europea, era llamado Cronos y representado con una guadaña con la que castró y destronó a su padre Urano. Más tarde, en los albores del Renacimiento europeo, se identificará a Cronos con Chronos o el Padre del Tiempo, Dios de las Edades de la humanidad y creador del huevo primigenio, junto a su compañera Ananké, que dió origen a cielo, tierra y mar y por tanto creador de la vida. Incluso se reserva un día de la semana para este dios: Saturday (día de Saturno).

Desde este último referente mitológico es más bello escuchar el audio emitido por sus anillos. Pero quizás da igual de todos modos, sea una u otra la mitología a seguir, evoque o no paradigmas cosmogónicos, la huella de los Dioses, de nuestros primeros padres dadores de vida, está presente en este sonido.

Como decían los romanos, en una simplificación de su manera de entender la relación Dioses-hombres:

"Do ut des" (te doy para que me des). Una bonita frase, junto al sonido propuesto, para reflexionar.